miércoles, 29 de octubre de 2008

Schleswig-Holstein

Ya estoy aquí de vuelta. La estancia en Berlín ha sido muy agradable, como cualquier viaje a Alemania. Ya meteré algunas fotos y contaré algunas cosillas de esta ciudad tan interesante, pero antes quiero dedicar algunas entradas a las excursiones que hicimos este verano por los alrededores de Hamburgo. Las cosas, por su orden.

Entre la ciudad de Hamburgo y la frontera con Dinamarca se encuentra el Estado federado de Schleswig-Holstein. Este territorio forma actualmente parte de Alemania, pero en otras épocas perteneció parcialmente a Dinamarca (en concreto su parte más septentrional, el ducado de Schleswig, donde habita todavía una minoría de habla danesa).

Es una zona llana, verde, plagada de lagos, y poco poblada. Sus ciudades más importantes son Kiel y Lübeck (ésta segunda la visitamos, merece una entrada en solitario que ya vendrá). Ambas son más bien pequeñas.

Aunque hoy en día Schleswig-Holstein sea una tierra poco relevante –con poca “repercusión mediática”, como ahora se dice-, ha realizado dos aportaciones muy significativas a la historia del mundo: la típica vaca blanca y negra (de raza “Holstein” o “frisona”), y el pueblo inglés (pues tanto los “anglos” como los “sajones” salieron desde aquí hacia las Islas Británicas, al principio de la Edad Media, para allí mezclarse y dar origen a esos angelitos que son los ingleses).

Como ocurre con frecuencia en la Alemania rural, el paisaje y los pueblos parecen sacados de un cuento de hadas. Sólo que aquí son los lagos los protagonistas destacados. Por ejemplo, este es el mapa de la localidad de Plön:


Ver mapa más grande

Algunas fotos de Plön:



Este que viene es un pueblo cercano al anterior, llamado Eutin. Tiene unas casas que parecen sacadas del cuento de Hansel y Gretel, un lago, y una bonita plaza donde estuvimos desayunando.





Y para terminar, unas fotos de Travemünde. Es una localidad situada a orillas del Mar Báltico, con una antigua tradición turística dentro de Alemania. El ambiente del paseo marítimo me recordó un poco a San Sebastián, o a Santander, quizás por contar también con un casino y un agua presumiblemente helada. En la playa, los bañistas se protegen del viento con unas antiguas casetas de cestería que van orientando en dirección al sol.

Si alguien se anima a viajar un día en coche a los países escandinavos, debe saber que desde aquí salen muchos ferrys hacia Suecia y Finlandia, uno de los cuales aparece en la foto de enmedio.



jueves, 23 de octubre de 2008

Escapada al canto

Mañana nos vamos a Berlín, a pasar allí cuatro días; así que este próximo fin de semana no escribiré la entrada habitual, pero vendré con material fresco para el blog, que colgaré oportunamente.

Hay que aprovechar para viajar en avión antes de que volvamos a la Edad de Piedra -algo muy próximo, según nos dicen- y tengamos que hacer todos estos desplazamientos a pie, como los Neandertales.

Algunos pensaréis que pretendo emular a Myriam (quien, como ya se sabe a estas alturas en todo el planeta, es el ser humano que más tiempo está de fiesta). Nada más lejos de mi intención, ese objetivo sería inalcanzable...

sábado, 18 de octubre de 2008

Allan y Barbara Pease: "Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas"


Me cuelo en el blog de Víctor, recogiendo el guante que me ha lanzado, para hacer un comentario de un libro que me he leído: “Por qué los hombres no escuchan y las mujeres no entienden los mapas” de Allan y Barbara Pease.

Hacía tiempo que me lo quería leer, aunque no sabía realmente de qué iba. A primera vista y basándome en el título me parecía que podía ser una parodia de los estereotipos más frecuentes aplicables a hombres y a mujeres, seguramente lleno de lugares comunes y chistes fáciles. En cuanto empiezas, te das cuenta que es más que eso. El libro trata de exponer con datos científicos (aunque en lenguaje llano) en qué los hombres y las mujeres, hablando en términos generales, somos distintos y explicar porqué.

Un primer punto a favor del libro es precisamente esa visión científica. Hacer un listado sobre lo que hace el sexo contrario puede ser muy fácil y en alguna una charla de café más de uno habrá hecho alguna vez un catálogo sobre si los hombres son tal cosa o si las mujeres hacen tal otra. Sin embargo, no se queda ahí. Efectivamente, parte de la descripción de conductas o características propias de cada sexo fácilmente reconocibles en nuestro día a día (lo que sería nuestro catálogo de café), que son objeto de análisis, utilizando estudios, bibliografía, etc., para llegar a una serie de conclusiones sobre porqué actuamos de esa determinada manera.

No obstante, mi apreciación inicial no estaba del todo desencaminada. Claramente, está escrito en tono cómico. Y realmente consigue sacarte una risa de vez en cuando. Otro punto que hace que la lectura sea recomendable.

Además, para los que os gusta leer en transporte público y queréis libros manejables, éste lo es. Como hace tiempo que lo editaron (1999) ya existe edición de bolsillo. Tiene 11 capítulos más bien largos pero divididos en subtemas más cortos. Para describir los temas muchas veces utilizan situaciones con una base real, aunque seguramente adornadas, pero como digo plenamente identificables. Todo ello lo hace adecuado para leerlo en trayectos cortos, sin que se pierda el hilo.

Pero lo que más me ha gustado del libro es que trata por igual a ambos sexos, poniendo de relieve las pequeñas “manías” o “defectillos” de cada uno de ellos (y, por supuesto, también sus virtudes). Está escrito por un matrimonio, especializado en temas de diferencias de género, relaciones humanas, etc. Ellos mismos se colocan como protagonistas de algunas de las escenas descritas en el libro, lo que pone de relieve una gran capacidad de autocrítica. Normalmente cuando hacen un chiste sobre uno de los géneros pocas líneas más abajo o en la página siguiente te encuentras uno sobre el sexo contrario. Para los que lo leáis, a mí me hicieron especial gracia dos dibujos en los que viene representado gráficamente a qué destinamos cada uno de los géneros el cerebro.

Este tratamiento hace al libro, a mi entender, especialmente “sano” ya que no solamente permite reírnos del sexo contrario, cuyas manías podemos sufrir, sino también mirarnos a nosotros mismos y vernos identificados en lo que otros ven como manías. Los que no tengan capacidad para reírse de uno mismo mejor absténganse de leerlo, ya que les harán gracia las descripciones de los defectos del sexo contrario, que encontrarán tronchantes, pero en cambio se sentirán profundamente ofendidos con lo que entenderán como la “burla” que se haga de los propios.

Hoy en día el de los sexos es un tema delicado. De hecho, el libro pone de relieve que algunas empresas mostraban reticencias a dar datos relativos a porcentajes de mujeres trabajando en las mismas y datos similares, o no querían que aparecieran sus nombres citados, por temor a que se tildara su política de personal como de machista o sexista. No pretendo polemizar sobre este tema, del que habría muchísimo que hablar. Para mí, lo realmente importante es que pone el acento en que los hombres y las mujeres somos iguales en derechos, pero diferentes biológicamente. Y el ser biológicamente distintos no nos hace perder legitimidad para tener esos mismos derechos. Simplemente, cada uno de los sexos considerados en términos generales es más apto para realizar determinados tipos de trabajos, enfocan o exteriorizan sus problemas de manera distinta y tienen preferencias o gustos diferentes.

Además, el libro deja una puerta abierta a la esperanza, ya que deja claro que aquellas habilidades para las que estamos menos predispuestos se pueden entrenar. Yo, por ejemplo, ya casi sé leer los mapas y puedo llegar a los sitios…. sobre todo, si enciendo el GPS, je je ;-)

CLARA.


jueves, 16 de octubre de 2008

Guy & Clapton & Cray: Sweet Home Chicago




Hace tiempo que no meto una entrada exclusivamente de música, tengo que recuperar las buenas costumbres.

En este video tenemos a tres magníficos guitarristas tocando juntos el clásico "Sweet Home Chicago": Buddy Guy (guitarra de lunares), Eric Clapton (camisa gris) y Robert Cray (camisa blanca).

Pues eso, a disfrutarlos…

domingo, 12 de octubre de 2008

Los Beatles en Hamburgo

Una historia poco conocida de Hamburgo es la relación que tiene esta ciudad con el origen de los Beatles.



Nos situamos en el año 1960. Un grupo de chicos de Liverpool llevan dos o tres años tocando juntos, sin que nadie les conociese fuera de su colegio. El núcleo lo formaban dos amigos, Lennon y McCartney, pero ni el resto de componentes, ni el propio nombre de la banda –que cambiaban frecuentemente-, estaban todavía estabilizados. A principios de ese año 1960, sus integrantes eran Lennon, McCartney, Harrison, Sutcliffe y Best. Tenían la misma edad que tenéis algunos de los lectores habituales de este blog, por lo que podéis poneros fácilmente en su lugar: entre los 19 años de Lennon, y los 17 años de Harrison.

De alguna manera les conoció el dueño de un conocido club de Hamburgo, y les propuso que fueran a tocar allí en verano (en lo que sería, seguramente, su primera actuación profesional). De forma que en agosto de ese año se fueron para allá. Harrison, que era menor de edad, tuvo que falsear su edad para poder entrar sin sus padres en Alemania.

Cuando llegaron a Hamburgo descubrieron que el tipo les había engañado. No iban a tocar donde les dijeron, sino en otro club del mismo propietario, mucho más cochambroso. Pero mira, allí le fueron gustando a la gente, pasaron a tocar después en el sitio que les habían prometido inicialmente, y les acabaron invitando a volver los dos años siguientes.

En Hamburgo conocen a Ringo Starr –que estaba tocando con otro grupo-. En esa época que pasan entre Hamburgo y Liverpool adoptaron definitivamente el nombre The Beatles. Ringo Starr sustituyó a Best como batería, Sutcliffe causó baja voluntaria –prefirió quedarse a vivir en Hamburgo con una chica a la que había conocido-, y así quedó formado el grupo definitivamente.

Los Beatles publicaron su primer single en 1962, y su primer LP en 1963. La canción que he puesto al principio, "I feel fine", es del año 1964; y rebosa del optimismo que debían sentir al comprender que comenzaban a triunfar.

Antes de eso, mientras eran un grupo de amiguetes, habían tocado y vivido junto a la avenida Reeperbahn, que es el centro de la movida en Hamburgo. La zona se llena de luces por la noche, pues está repleta de discotecas, clubs nocturnos, sex-shops, etc... De día salen los punkis a pasear a sus perros. Aquí pongo un par de fotos:




El lugar donde tocaron estos amiguetes por primera vez fue el club Indra. Se encuentra en una callejuela perpendicular a la Reeperbahn, que lleva el curioso nombre de Große Freiheit, que significa "gran libertad". La calle hace honor a su nombre, desde luego, pues está dedicada casi exclusivamente al negocio del sexo.



Me llamó la atención el hecho de que este asunto de los Beatles no esté apenas reconocido (ni comercializado) en Hamburgo, lo despachan con un par de plaquitas. A mi no es que me gusten los Beatles especialmente -tampoco me disgustan-, pero creo que la importancia que tienen en la historia de la música moderna merecería que el lugar donde comenzaron su carrera fuese más conocido. No sé, puede que más que históricos, hayan quedado simplemente viejos.


El dueño del club tenía también un cine (Cine Bambi), en la cercana calle Paul Roosen, donde les mantuvo alojados, en condiciones lamentables según parece. Aquí va una foto del edificio, y otra de la plaquita que tienen puesta en la puerta, oculta tras las hiedras (que dice simplemente "Aquí vivieron los Beatles 1960").


Y con esto acabo con la ciudad Hamburgo. Seguirán algunas entradas con las excursiones que hicimos por pueblos y ciudades cercanas.

viernes, 10 de octubre de 2008

El culpable

Stephen Crowley / The New York Times


El acontecimiento que estoy siguiendo con más interés en estos últimos días es, naturalmente, la crisis financiera que se ha desatado en todo el mundo. No tengo intención de hablar de ella en este blog, que pretendo dedicar a temas menos serios y más placenteros -efectivamente, ¡es un blog epicúreo!-. Aparte de que en internet se pueden encontrar sin dificultad opiniones mucho más autorizadas que la mía. Pero sí me apetece comentar un aspecto curioso de todo este asunto.

Hace unos días, comiendo con un amigo que trabaja en la banca, estuvimos hablando a fondo sobre esta crisis –hay un momento para cada cosa-. Por supuesto que, como buenos comensales, diagnosticamos el problema con precisión, y para cuando llegaron los cafés ya habíamos encontrado la solución perfecta para todos los males.

A lo que voy. En un momento de la conversación nos preguntamos cómo era posible que una crisis de esta magnitud no hubiera sido advertida con suficiente antelación. Pues bien, hace un par de días descubrí en el periódico (New York Times) la respuesta a esa pregunta.

No es que lea habitualmente el New York Times u otros periódicos extranjeros, pero sí me gusta hacerlo cuando se producen noticias importantes de alcance mundial y quiero enterarme de primera mano del asunto, sin pasar por la versión distorsionada de la noticia que, en clave de política interna, suelen dar los periódicos españoles.

Esta crisis tiene muchos aspectos, y uno de los más importantes –si no el que más- es el uso que se ha hecho de los instrumentos financieros conocidos como “derivados”. A través de ellos se ha creado una enorme riqueza financiera –la que ahora se está volatilizando en las bolsas-, que no se encontraba respaldada por activos subyacentes reales.

En resumidas cuentas, ha ocurrido que esos instrumentos financieros se habían vuelto tan complejos que quienes los manejaban habían dejado de entender su funcionamiento. Cuando los operadores han comprendido, de repente, que la situación se les ha escapado completamente de las manos, y que no saben realmente cuánto vale cada activo financiero que poseen (si es que vale algo), les ha entrado el pánico; y se está vendiendo todo a la desesperada, para hacer caja y poder pagar los créditos con los que se habían comprado previamente esos activos “tóxicos” (en un proceso brutal de desapalancamiento -“deleveraging” en inglés-).

Pues bien, ¿quién es el culpable de que haya crecido tanto la pelota financiera que se está desinflando? Según el New York Times, tiene nombre y apellidos: el antiguo Presidente de la Reserva Federal durante casi 20 años (de 1987 a 2006), Alan Greenspan, que mantuvo durante años una política de tipos bajos -dinero barato- y, además, se opuso a regular los instrumentos derivados.

¿Avisó alguien de que esta crisis se podía llegar a producir?: pues efectivamente, parece que sí, que dentro de los propios organismos regulatorios hubo personas que avisaron con mucha antelación de que algo como esto se podía producir. ¿Y por qué no se les hizo caso? Pues porque prevaleció la opinión de Alan Greenspan.

¿Y por que prevaleció la opinión de Greenspan? Esto es lo que me parece verdaderamente interesante del artículo, y lo que me ha llevado a escribir esta entrada: simplemente, porque fue más persuasivo que los demás, porque se creó un aura de infalibilidad, y porque los políticos que le tenían que controlar, “no querían revelar su propia incapacidad para entender los conceptos que defendía Alan Greenspan”… Según se cita a uno de ellos en el artículo, “no recuerdo a nadie que dijera nunca: ¿Qué quiere usted decir con eso, Alan?”

Moraleja: nunca hay que dar nada por cierto, ni callarse las preguntas...

Pongo AQUÍ el vínculo al artículo.

El artículo está en inglés, lógicamente, pero si a alguien que no hable inglés le interesa su lectura, sospecho que lo encontrará traducido este próximo fin de semana en El País. El New York Times es un periódico que aquí llamaríamos “de izquierdas”, en el artículo se ataca implícitamente la política “desregulatoria” –y por convención, “liberal”- de Greenspan, y, por si fuera poco, centra el origen de la crisis exclusivamente en los Estados Unidos y no menciona las hipotecas subprime españolas, por lo que mucho me extrañaría que no lo viésemos más pronto que tarde en El País.

Aunque sea anecdótico, hay algo incierto en el artículo. Se dice que Greenspan era un “profeso libertario”, y eso es algo que debe aclararse en honor al liberalismo libertario (se refieren al Partido Libertario de Estados Unidos; su representante más conocido es Ron Paul, actualmente integrado en el Partido Republicano). Los libertarios estaban en contra de Greenspan y defienden que el respaldo de la moneda se halle exclusivamente en activos reales –el patrón oro-, justo lo contrario de lo que representan esos instrumentos financieros de los que trata el artículo. En economía los liberales libertarios siguen la “teoría austriaca”, que describe exactamente lo que ahora está pasando.

Para terminar, no pienso que Greenspan sea el único culpable de la crisis, faltaría más –pese al título que le he puesto a la entrada, ejemplo confeso de manipulación periodística- Sólo me parecía interesante resaltar, y por eso lo cuento, la enorme repercusión que puede llegar a tener el acto individual que realice una persona concreta situada en una posición determinante. Y la importancia de elaborar nuestros propios juicios frente a todos lo que nos den por cierto. Empezando por esta entrada.

domingo, 5 de octubre de 2008

St. Pauli Fischmarkt


En un barrio de Hamburgo llamado Sankt Pauli, junto a los muelles del Elba, todos los domingos entre las 5 y las 10 de la mañana se celebra el Fischmarkt (literalmente, “mercado de pescado”). En origen debió tratarse de un mercado de pescado en sentido estricto, pero hoy en día ha devenido en algo parecido a lo que aquí llamaríamos una "feria".

El meollo de este acontecimiento se sitúa en el interior de un clásico mercado metálico, semejante a esos antiguos que todavía se conservan en muchas ciudades españolas. Sólo que, en lugar de pescaderos, lo que encuentras son puestos de venta de comida y bebida variada (salchichas, bollos, brezels, cerveza y café, básicamente), unas mesas corridas para que la gente se siente a desayunar, y una orquestilla al fondo animando el cotarro. Aquí va la foto del lugar (como todas las de esta entrada, está tomada entre las 6:08 y las 6:44 de la mañana -según los registros-):

(Por cierto: atención a la parte izquierda de la foto, ¡los viejos rockeros nunca mueren!)

Entre los parroquianos del mercado no sólo hay gente madrugadora y de orden, sino también mucho fiestero que ha pasado la noche de juerga en la cercana zona de copas de St. Pauli, la avenida Reeperbahn, y viene aquí a comer algo antes de irse a casa a dormir la mona.

Fuera de ese recinto cerrado hay puestos donde venden ropa, artesanía, y las cosas propias de las ferias en general –algo así como nuestro Rastro, pero mucho más pequeño-. Como una reminiscencia del mercado de pescado antiguo, en algunos puestos venden a voces la comida más típica de la ciudad, la anguila ahumada.


Uno de estos feriantes tenía una jaula con 15/20 palomas blancas, y a cambio de 5 Euros ofrecía la posibilidad de soltar una (freilassen decía el cartel, “liberarla”). Hay que reconocer que es una brillante idea, ¡ganar dinero a costa de la compasión ajena! En ese momento me pareció que, pese a su genialidad intrínseca, el negocio no podía ser demasiado rentable, pues no debía dejar mucho margen de beneficio si con esos 5 Euros había que atender la cría de los pollos, más los gastos generales. Sólo aquí, de vuelta en España, lo he comprendido: seguro que ese listillo tiene un palomar en su casa, al que vuelan rápidamente las palomitas según las sueltan sus confiados benefactores.

Para terminar, aquí vienen algunas fotos de la zona que rodea al mercado: por un lado, casas antiguas pintadas de forma alternativa (¿okupadas?), y por otro lado, el puerto que nunca duerme.




sábado, 4 de octubre de 2008

Faisán de Lady Amherst


Efectivamente, como ha dicho Myriam este pájaro tan colorido es el Faisán de Lady Amherst. Según explican en la Wikipedia, toma su nombre de la esposa (Sarah) del Gobernador inglés de Bengala (William Pitt Amherst), responsable de llevar el primer especimen a Inglaterra en 1828.

Abajo, una imagen más completa -y más prosaica- del mismo animal, rodeado de su comida y su agua.

El siguiente problema que se plantea es este: nombre del bicho que aparece en la foto siguiente (aquí sale de cuerpo entero, pero es el mismo que sale en primer plano en la segunda foto del grupo de los reptiles de la entrada anterior). Una buena pista: cuando alguien se enfada mucho, se dice que se vuelve uno de ellos. Seguramente este animal tenga un genio de cuidado.



miércoles, 1 de octubre de 2008

El Zoo

Hace unas semanas estuvimos en el Zoo de Madrid. Aquí van algunas fotos de ese día, que he clasificado según el tipo de animal retratado (siguiendo una taxonomía algo infantil, lo reconozco):

Carnívoros y omnívoros terrestres:






Herbívoros terrestres:






Reptiles:




Pájaros:





Criaturas del mar:






…y luego, además, están las medusas:




De todas estas fotos obtengo dos conclusiones biológicas irrebatibles:

1º.- Que todos los animales que habitan la tierra tienen la misma jeta: dos ojos, una boca, y un hocico.

2º.- Que las medusas, por no tener, no tienen ni cara. Por tanto, no son terráqueas, sino claramente de origen extraterrestre.

Y después de estas afirmaciones tan científicas, me voy a dormir…