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lunes, 20 de febrero de 2012

Puccini: "Vogliatemi bene" - Madama Butterfly

Un poco de ópera, para retomar las buenas costumbres.

martes, 8 de noviembre de 2011

Verdi: "Va Pensiero" (Nabucco)

Este es el vídeo al que me refería al principio de la entrada anterior. Lo he conocido hace unas pocas semanas, aunque el evento tuvo lugar hace ya unos meses. Fue una pequeña rebelión contra el impresentable de Berlusconi, al tiempo que un momento seguramente inolvidable para quienes tuvieron la fortuna de vivirlo en directo; especialmente para los italianos, claro está.

Antes de dar paso al vídeo, copio literalmente la descripción del mismo que realiza el usuario de youtube que lo ha subido a la red:

El último 12 de marzo, Silvio Berlusconi debió enfrentar la realidad. Italia festejaba el 150 aniversario de su unificación y en esa ocasión se dio en la ópera de Roma la ópera "Nabucco" de Giuseppe Verdi, dirigida por el maestro Ricardo Muti. Nabucco es una obra tanto musical como política: evoca el episodio de la esclavitud de los judíos en Babilonia, y su famoso coro "Va pensiero" es el canto de los esclavos oprimidos. En Italia, este canto es el símbolo de la búsqueda de libertad del pueblo, que a fines del siglo XIX -época en que se escribió la ópera - estaba oprimido por el imperio Habsburgo, al que combatió hasta la ceación de la Italia unificada. Antes de la representación, Gianni Alemanno, alcalde de Roma, subió al escenario para pronunciar un discurso denunciando los recortes al presupuesto de cultura que hizo el gobierno, a pesar de que Alemanno es miembro del partido gobernante y viejo ministro de Berlusconi. Esta intervención política, en un momento cultural de los más simbólicos para Ialia, produciría un efecto inesperado, puesto que Berlusconi en persona asistía a la representación.

Relatado luego por el Times, Ricardo Muti, director de la orquesta, contó que fue una verdadera velada de revolución: "Al principio hubo una gran ovación en el público. Luego comenzamos con la ópera. Se desarrolló muy bien hasta que llegamos al famoso canto Va pensiero. Inmediatamente sentí que la atmósfera se tensaba en el público. Hay cosas que no se pueden describir, pero uno las siente. Era el silencio del público que se hacía sentir. Pero en el momento en que la gente se dio cuenta que empezaba el Va Pensiero, el silencio se llenó de verdadero fervor. Se podía sentir la reacción visceral del público ante el lamento de los esclavos que cantan: "Oh patria mía, tan bella y perdida."

Cuando el coro llegaba a su fin, ya se oían en el público varios "bis". El público comenzó a gritar: "¡Viva Italia!", "¡Viva Verdi!", "¡Larga vida a Italia!". La gente en el gallinero comenzó a arrojar papeles con mensajes patrióticos. En una única ocasión Muti había aceptado hacer un bis para el "Va Pensiero" en la Scala de Milán en 1986, puesto que para él la ópera no debe sufrir interrupciones. "Yo no quería sólo hacer un bis. Tenía que haber una intención especial para hacerlo", relata. Pero el público ya había despertado su sentimiento patriótico. En un gesto teatral, Muti se dio vuelta y miró al público y a Berlusconi a la vez, y dijo:

"Sí, estoy de acuerdo con esto. "Larga vida a Italia". Pero... Ya no tengo más 30 años y he vivido mi vida, pero recorrí mucho el mundo, y hoy tengo vergüenza de lo que sucede en mi país. Entonces accedo a vuestro pedido de un bis para el Va Pensiero, nuevamente. No es sólo por la dicha patriótica que siento, sino porque esta noche, cuando dirigía el Coro que cantó "Ay mi patria, bella y perdida" , pensé que si seguimos así vamos a matar la cultura sobre la cual se construyó la historia de Italia. En tal caso, nuestra patria estaría en verdad "bella y perdida". (Aplausos , incluidos de los artistas en escena)

Continuó: Ya que reina acá un clima italiano, yo, Muti, me callé la boca muchos años. Quisiera ahora... tendríamos que darle sentido a este canto; estamos en nuestra casa, el teatro de Roma, y con un coro que cantó magníficamente bien y que acompañó espléndidamente. Si quieren, les propongo unirse a nosotros para que cantemos todos juntos.

Entonces invitó al público a cantar con el coro de esclavos. "Vi grupos de gente levantarse. Toda la ópera de Roma se levantó. Y el Coro también. Fue un momento mágico en la ópera. Esa noche no fue solamente una representación de Nabucco, sino también una declaración del teatro de la capital para llamar la atención a los políticos."

viernes, 26 de noviembre de 2010

Mozart: "La Flauta Mágica (III)"

Continúo con la serie dedicada a La Flauta Mágica (a las dos entradas precedentes se accede por aquí). Recordemos que, en la entrada anterior, La Reina de la Noche le había ordenado a su hija, Pamina, que asesinase a Sarastro (Sacerdote de Isis y Osiris), con un puñal que le había entregado con este fin.

Ya en presencia de Sarastro, Pamina se niega a matarle. Y Sarastro la consuela en esta escena que pongo hoy aquí.

Se trata de un aria cantada por un bajo, lo cual no es muy frecuente en las óperas, al menos en las que conozco. Hay momentos en los que su voz parece salir del fondo de la tierra. (Myriam, esto es a lo que llamamos en España “un vozarrón”).

Eso sí, cuando la pobre cantante que representa a Pamina termine su jornada laboral y se meta en la cama, seguro que le pitarán los oídos como si hubiese pasado la tarde en un bar de copas, sentada junto a los bafles.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Mozart: "La Flauta Mágica" (II)


Continuamos la historia que dejamos con la escena del otro día, la del retrato

El romanticismo artístico omite siempre toda referencia a un personaje muy presente en la vida real, que resulta así injustamente olvidado: ¡¡¡la suegra!!! Como dice más o menos el refrán, “detrás de toda gran mujer existe necesariamente la madre que la parió”. Y, en efecto, la chica del retrato no había venido al mundo por ósmosis inversa.

La historia (en versión resumida y bastante libre por mi parte) continúa de la siguiente manera: tras caer Tamino enamorado de la chica del retrato, se presenta ante él la madre de ella, que se hace llamar “La Reina de la Noche” (con ese nombre ya vamos mal, Tamino). Le cuenta que su hija (la del retrato, que resulta llamarse Pamina) ha sido secuestrada por el malvado Sarastro, sacerdote de Osiris; y le pide a Tamino que vaya a liberarla. Implícitamente (y no recuerdo si incluso explícitamente), ofrece darle a cambio la mano (¡ay, la mano!) de Pamina.

Pues bien, ni corto ni perezoso se dirige Tamino (acompañado por otro personaje, llamado Papageno) al encuentro del tal Sarastro. Al llegar, conoce por fin las carnes y los huesos de Pamina, y no se lleva ningún chasco. Averigua que Sarastro es un santón, que se ha llevado a Pamina ¡sólo para protegerla de su madre! (menuda pieza debía ser). Tamino y Papageno se unen a Sarastro, e ingresan en no sé qué seminario o escuela iniciática.

De alguna forma que no recuerdo bien ni viene al caso, en este punto de la historia Pamina se reencuentra con su madre, quien le insta a que mate a Sarastro y le entrega un cuchillo para ello. Esta escena entre la Reina de la Noche y su hija es una de las más conocidas de esta ópera y, en general, de la Ópera como arte.

Os pongo la escena a continuación. Hay muchas versiones en youtube, de las cuales he elegido dos: la primera tiene la gran ventaja de contar con subtítulos en español, aunque no es la que más me gusta (ni por la voz de la cantante, ni por el deditooooo); la segunda tiene de interés que contiene al comienzo un pequeño trozo de la parte hablada, y la voz me parece mejor… aunque el escenario es un poco lamentable.




sábado, 9 de enero de 2010

Mozart: "La Flauta Mágica"

De visita por los blogs amigos, me he cruzado con dos ideas (entre otras). La primera, empezar el año con buena música; y la segunda, el uso de un retrato como mecanismo de conquista.

Con este par de mimbres, llegamos a Mozart y a su Flauta Mágica.

En esta escena que pongo a continuación (titulada, en traducción libre al castellano, "Esta imagen es fascinantemente bella"), le acaban de entregar al protagonista -Tamino- el retrato (a falta de fotos en la época) de una chica a la que no conoce, para comprobar su reacción ante la imagen.

Y resulta que el tipo se enamora automáticamente. El bendito cae con todo el equipo, queda completamente K.O.