El miércoles pasado estuve en Barcelona, y aproveché para comer en un restaurante de comida catalana que me gusta. Es un sitio bueno, bonito, y barato, situado en C/ Valencia nº 324, que se llama Can Cargol. Como su nombre indica, su especialidad son los caracoles, pero sirven los demás platos de la cocina catalana.
El restaurante se encuentra junto a una gran floristería que ocupa buena parte de la acera, por lo que el propio acceso al local ya se hace agradable:
Estando allí se me ocurrió que podría dedicarle una entrada en el blog y recomendarlo sin reservas. Pero lo cierto es que, esta vez, me llevé una pequeña desilusión.
Los caracoles estaban magníficos, como siempre..
.. sin embargo, la carne a la brasa la hicieron de forma bastante chapucera. Y no tenía ninguna justificación que así fuera, porque entré a comer muy pronto –sería la una y cuarto, no más tarde- y el restaurante se encontraba prácticamente vacío. No tenían agobios de ningún tipo.
No obstante, como allí he comido bien bastantes veces, me inclino a pensar que simplemente tuvieron un mal día, por lo que todavía me atrevo a recomendarlo –ahora ya, con reservas- para quien vaya de visita a Barcelona y le apetezca probar especialidades catalanas.
De todas formas, estas recomendaciones pierden importancia en Barcelona, pues allí resulta relativamente seguro entrar a comer en un sitio desconocido.. no así en Madrid, donde elegir un restaurante a ciegas constituye una actividad de alto riesgo.