Comencemos esta visita virtual a Londres en el mismo punto en que terminó la entrada del concurso: sentados en el asiendo delantero del segundo piso de un Routemaster..
El Routemaster es el modelo clásico de autobús de dos pisos de Londres, eldetoalavía. Cuando estuve allí hace nueve años, todavía eran mayoritarios. Desde entonces los han ido suprimiendo por viejos y por contaminantes, aunque los han conservado en algunas líneas por aquello de la tradición (a la que tan aficionados son los ingleses).
En la imagen siguiente podemos ver un Routemaster rodeado de otros dos modelos más modernos. Tomé la foto justo después de bajarnos de ese mismo autobús, sin ser consciente en ese momento de que en su interior se encontraba el gorro que llevaba para el frío, el cual me había dejado allí olvidado..
En la imagen siguiente podemos ver un Routemaster rodeado de otros dos modelos más modernos. Tomé la foto justo después de bajarnos de ese mismo autobús, sin ser consciente en ese momento de que en su interior se encontraba el gorro que llevaba para el frío, el cual me había dejado allí olvidado..
Empiezo por esta historia de autobuses porque constituyen el mejor medio de transporte para quien visita Londres como turista. Resulta comodísimo subirse a cualquiera de ellos, y desde esa altura privilegiada de su segundo piso, ir conociendo la ciudad mientras se hace camino.
Lo mejor es sacarse un billete de validez diaria (Day Travel Card, se llama), que te permite usar autobuses y metro ilimitadamente durante todo el día. Cuesta 7,30 libras, que vienen a ser unos 9,50 Euros. No es complicado moverse en autobús, porque los recorridos están muy bien explicados en cada parada..

Y si resulta que te equivocas de autobús, pues no hay problema. Te bajas y pruebas con otro, porque si algo no falta en Londres son eso, los autobuses..

Y pasando ya a otras cosas, en este vídeo que sigue, dedicado a Londres, salen un imágenes muy reales de la ciudad, like it is.
Por mi parte, de las fotos que hice he elegido para el blog las que ahora siguen. El criterio de selección ha sido un poco arbitrario, por no decir caótico, jeje; pero bueno, tampoco me sería posible ofrecer aquí una visión completa de Londres... quien tenga ese interés, mejor que se compre una guía turística de verdad.
Las dos primeras fotos que vienen están tomadas en el barrio de Notting Hill. Esta zona tiene la particularidad de que muchos de sus edificios se encuentran pintados de vivos colores, circunstancia llamativa en una ciudad poco colorida como Londres. Los sábados por la mañana ponen un mercadillo callejero en la Portobello Road, y allí que nos fuimos..
Esta siguiente es una foto del techo del gran atrio circular al que se accede nada más entrar en el British Museum, el cual que sirve como espacio de distribución intererior. La entrada al museo es gratuita, pero te sugieren que realices un donativo de cinco libras introduciendo el dinero en una gran urna de cristal. No es una sugerencia coactiva. Si no quieres "donar", no pasa nada.
Ahora, una de monumentos: en primer plano la Catedral de Westminster, y al fondo a la derecha una torre del Parlamento
Este es un tramo muy típico de la Regent Street, poco antes de llegar a Picadilly Circus.
Esta que sigue es una foto del plato nacional inglés, el famoso "Fish and Chips". Se toma principalmente en la comida de mediodía, el lunch, que hacen allí entre las 12:00 y las 13:30 más o menos. Consiste en la mitad de un pescado blanco, rebozado y frito, que acompañan con patatas fritas y salsas varias.

Tradicionalmente se dice que la comida inglesa es mala, lo cual nunca he entendido demasiado bien.
Por un lado, siempre he pensado que con todo lo que llueve allí, las materias primas -tanto las verduras, como por ello también la carne- deberían ser buenas. Sin embargo, la visita al mercadillo de Notting Hill me hizo ver algo que las verduras que producen son pequeñajas, de aspecto mortecino.. y eso sólo puede deberse a la falta de sol. Tienen agua, pero no tienen sol.
Por otra parte, se dice que los ingleses no disfrutan tanto de la comida como lo hacemos nosotros. Cuesta creer que sean tan prácticos y avanzados para unas cosas, y tan primitivos -de ser cierta esa fama que arrastran- en el aspecto gastronómico. Aunque bien pensado... es posible que, precisamente por ser tan prácticos, coman con el único y exclusivo interés de alimentarse, de absorber nutrientes, cual amebas..
Pero en Londres sí se pueden encontrar lugares donde comer bien (aunque no barato; "Londres" y "barato" son palabras incompatibles). En particular, hay muchos restaurantes especializados en la gastronomía de otros países, que tienen fama de ser buenos. Es el caso de los restaurantes indios y chinos. En Londres hay un barrio chino, un Chinatown (pequeñito, nada que ver con el de Nueva York), repleto de restaurantes chinos de calidad. Estuvimos cenando en uno de ellos llamado Imperial China, del que me habían hablado bien, y comimos bien. Y el último día fuimos a comer a otro restaurante que también me habían recomendado, llamado Hakkasan, el cual aprovecho para recomendar yo también desde aquí (me refiero al de Hanway Place, pues tienen otro abierto en Mayfair que no conozco). Esta es una foto del lugar:

Las fotos que siguen están tomadas desde la gigantesca noria que fue instalada en la orilla sur del Támesis con ocasión del cambio de siglo.
En la primera foto, tenemos una vista de la propia noria en primer plano, y del Parlamento a lo lejos; está tomada casi desde el punto más alto de la noria. En la segunda, podemos ver el breve momento en el que unos coloridos trenes alegran por unos instantes el gris paisaje londinense. Y en la tercera, vemos la torre The Shard, de reciente construcción, que es el segundo edificio más alto del Europa y el primero de la Unión Europea. Tiene un mirador arriba que no llegamos a visitar, por lo que queda para la próxima (aunque por lo que he visto, no es barato: 29,90 libras te cobran por el acceso).

Con frecuencia te encuentras con perspectivas curiosas. En la foto siguiente vemos a The Shard (del año 2012) formando parte aparente de la Torre de Londres (del año 1066).
Finalizo la entrada con par de vídeos.
El domingo por la mañana fuimos a darnos un paseo final por el centro, y según nos acercábamos a Trafalgar Square comenzamos a escuchar unas campanas. Eran las 10 de la mañana, y la iglesia de San Martin in the Fields llamaba a sus fieles. Me puse a grabar sobre la marcha, y obtuve una extraña composición, una especie de Concerto de campanas y tubos de escape.
Esa misma mañana, paseando por St. James Park, dimos con una pareja de patos que claramente estaban comunicándose entre sí. ¡De verdad que parecía que estaban hablando!
Y esto es básicamente todo. Espero volver a Londres antes de que pasen otros nueve años, porque es una ciudad verdaderamente excepcional.