Mostrando entradas con la etiqueta Costa Rica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Costa Rica. Mostrar todas las entradas

domingo, 6 de julio de 2014

Costa Rica Reloaded

¡Enhorabuena a Costa Rica por el gran Mundial 2014 que han disputado! Aquí en casa íbamos con ella –“con la Sele”- desde la temprana eliminación de España (como muchos otros españoles, según he podido percibir en el ambiente).. pero esta madrugada “nos” han eliminado los tulipanes. Mejor dicho, nos han vuelto a eliminar. Yo ahora me paso a Alemania, aunque tampoco me parecería mal que Roberto se llevase una buena alegría..

Y precisamente de Costa Rica quería hablarles, de la visita que hicimos a ese país a principios del mes pasado.

En Costa Rica tengo familia y amigos. Acudir a visitarles en varias ocasiones me ha llevado a conocer relativamente bien el país. Es un lugar muy interesante por el grado de desarrollo que ha conseguido en comparación con los países de su entorno (al menos según las noticias que me llegan de esos otros países, bastante escasas y fragmentarias por otra parte). Estoy pensando en Brasil, o en Venezuela. En el caso de Brasil, me cuentan que hay unas desigualdades sociales brutales, una mayoría de la población en situación de gran pobreza, una tremenda corrupción, y una educación pública muy deficiente. Todo lo cual provoca una gran inseguridad ciudadana, y al final, una ausencia de bienestar para los ciudadanos; bienestar que, en definitiva, es la medida del desarrollo.

En Costa Rica, en cambio, no se aprecian grandes diferencias sociales. Sin duda existirá gente muy rica y gente muy pobre, no lo dudo, pero el grueso de la población parece estar integrado por una amplia clase media, bien formada, que quizás no tenga a su disposición muchos bienes materiales o no tenga acceso a buenos servicios públicos, pero que se encuentra en condiciones de disfrutar plenamente de lo que tiene. Para empezar, se puede pasear tranquilamente por la calle, algo que en países supuestamente más “ricos”, como Brasil, parece ser imposible.

Esta vez no tengo fotos de paisajes hermosos porque no fuimos de turismo. Traigo fotos del día a día. Estuvimos una semana laborable trabajando, y los fines de semana anterior y posterior básicamente asistiendo a partidos de fútbol infantil. ¿Qué plan más raro, eh? :-D

Empecemos por el puritito principio: el despegue de Madrid:



Los aviones de Iberia más nuevos cuentan con una pantallita por asiento también en clase turista, en la que ofrecen información del vuelo y muchas películas, música, juegos, etc.. Esta es la información que daba sobre el vuelo cuando estábamos en la mitad del Atlántico, en ese punto donde no conviene que se afloje alguno de los miles de tornillos que sujetan el aparato:


Aquí estábamos sobrevolando el misterioso Haití:




Y aquí estamos, tras 11 horas de vuelo, entrando en Costa Rica por la zona del Parque de Tortuguero:



El aterrizaje en San José fue algo brusco, seguramente porque la pista es más bien corta para el tamaño del avión.



Este es el equipo de fútbol al que seguimos.. alguno de estos chicos podría ser la estrella de Costa Rica dentro de un par de Mundiales, ¡quien sabe! 


Un estadio de barrio en San José:




Este es el Estadio de La Liga, el segundo equipo más importante de Costa Rica después del Saprissa. Sería algo así como el Barcelona de aquí ;-)



Un mercadillo de barrio en San José:



Una furgoneta-hippy/puesto-de-frutas en el centro de San José.



Un local de comidas especializado en pollo colombiano, en el Mercado Central de San José.


Columna de hormigas cortadoras de hojas, a las que allí llaman "zompopas". Muerden bastante fuerte si las molestas, no conviene andar con sandalias cerca de ellas..



Vista desde la habitación de hotel, según se acercaba el aguasero.



Mismo lugar unos minutos después, en pleno aguasero.



Y termino con la curiosa escena del tren que tienen allí, atravesando San José. Todavía no he viajado en ese tren, la próxima vez que vaya a Costa Rica tengo que hacerlo sin falta.




Saludos a todos, y hasta pronto (¡espero!). Salvo imprevistos, la próxima entrada se la dedicaré a Holanda. Tiene gracia que vayan a coincidir aquí entradas de Costa Rica y de Holanda, pero así de caprichoso es el destino..

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Costa Rica. El Caribe

Costa Rica es un país con el que mantengo una relación especial, pues allí tengo familia y -de forma simultánea e independiente- también amigos. Las tres veces que he visitado Costa Rica me he alojado la mayor parte del tiempo en casa de la familia o de los amigos, y sólo ocasionalmente en algún hotel. De modo que, cuando voy allí, hago una vida muy local y apenas me introduzco en el papel de "turista" puro y duro.

Los turistas viajan a Costa Rica para disfrutar de la naturaleza, tanto de las playas como de las selvas. Y de los animalitos que habitan en unas y otras. Restos arqueológicos, monumentos históricos, o ciudades antiguas, no hay casi para ver.

Llevo desde el verano con ganas de subir aquí una entrada sobre Costa Rica. Y si no lo he hecho ha sido porque se me ha hecho demasiado engorrosa la tarea. Tenía la pretensión de escribir una entrada muy completa, revisando con detenimiento las cientos de fotos que tengo del viaje... y claro, nunca encontraba tiempo para empezarla. Hasta que he decidido adoptar la vieja estrategia de dividir las tareas grandes en sub-tareas más pequeñas. Iré subiendo entradas cortas sobre lugares o aspectos concretos del país, hasta que se me acabe la cuerda.

Empezaré contando algunas cosas sobre la costa del Caribe.

La costa del Caribe costarricense tiene una personalidad propia, distinta del resto del país. Administrativamente es la provincia de Limón. La población es mayoritariamente negra. Hace en todo momento un calor húmedo del cual no existe escapatoria posible, pues apenas existen lugares públicos o privados donde tengan instalados aparatos de aire acondicionado. Es la única provincia de Costa Rica donde existe un pequeño riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los mosquitos, tales como la malaria o el dengue, por lo que conviene ir bien provisto de repelente y embadurnarse sin cuartel. Las playas son las típicas caribeñas que vemos en las postales..

El paisaje de la provincia está dominado por monocultivos de banano y de palmeras. Los terrenos no cultivados están ocupados por lo que allí llaman "bosques", pero que aquí llamaríamos más bien "selvas".





Las dos fotos siguientes están tomadas en Puerto Viejo. Es un pueblo pequeño que recibe mucho turismo local, y alguno extranjero. Entre los extranjeros, son bastante numerosas las personas de origen europeo o norteamericano que han montado cualquier pequeño negocio enfocado al turismo (una tienda de ropa, un puesto de artesanía, un pequeño restaurante..), con la pretensión llevar una vida relajada en el Caribe y dejar atrás -supongo- la presión diaria y el clima de sus países de origen.





Esta foto siguiente está tomada en el Parque Nacional de Cahuita:



Esta es la playa de Manzanillo:



Y este es el restaurante más grande y conocido de la ciudad de Limón (llamado Black Star Line). La comida es típica caribeña: pollo con arroz en salsa dulce de coco, y bananos fritos machacados (patacones) son los platos más característicos.


Y lo dejo aquí, que esta pequeña sub-tarea amenaza engordar y comerme la moral..

lunes, 9 de septiembre de 2013

Volare...


Desde hace una semana estamos de vuelta de Costa Rica. Próximamente subiré una entrada con fotos y (quizás) vídeos de allí, pero mientras reúno el valor suficiente como para lidiar con el editor de blogger en lo que a imágenes se refiere, va esta sencilla entradita introductoria con texto y una sola foto, que no habría de ocasionarme mayores quebraderos de cabeza.

Para viajar a Costa Rica pensamos inicialmente coger el vuelo directo de Iberia Madrid – San José. Pero en la época en que compramos los billetes se escuchaban rumores de huelga por el enésimo conflicto laboral de la compañía, por lo que buscamos alternativas para evitar quedarnos en tierra en el último momento; y encontramos la posibilidad de viajar con American Airlines vía Estados Unidos (a la ida con escala en Miami, y a la vuelta con escala en Dallas). Y a mitad de precio. Total, que nos fuimos con American.

El viaje a Estados Unidos tiene una mala fama injustificada. En el control de pasaportes se suele esperar un poco más de la cuenta por la cantidad de gente que hay, pero no porque el trámite sea tan temible como dicen. Te hacen una foto y te toman las huellas digitales, eso es todo.

Se ha perdido aquel cuestionario tan divertido que tenías que rellenar al aterrizar en Estados Unidos… aquellas preguntas tan entrañables sobre si pensabas asesinar al Presidente, o si habías sido un nazi feroz, o si te dedicabas al exterminio de poblaciones. Supongo que con el tiempo descubrirían que nadie marcaba nunca la casilla de SÍ, aunque fuese la correcta. Ahora hay que realizar un sencillo trámite por internet previo al viaje (la autorización de viaje “ESTA”), que ha puesto fin a ese antiguo interrogatorio tan comprometido...

Como dijo algún cómico, cuyo nombre no recuerdo, lo que resulta increíble de los aviones no es que esos cacharros puedan volar con todo lo que pesan, sino el número de personas que pueden llegar a meter en su interior. También he leído en algún sitio que el transporte de viajeros en avión incumple la normativa de la Unión Europea sobre las condiciones para el transporte de ganado vivo, y me lo creo.

Paradójicamente, no sólo no se obliga a nadie a introducirse en ese infame micro-espacio, sino que para poder acceder a tan codiciado privilegio el sujeto interesado debe antes superar una difícil prueba: el paso por el humilladero.

El sujeto en cuestión –inocente pretendiente a viajero- debe conseguir atravesar un detector de metales particularmente bien afinado, sin que un pitido acusador le denuncie como indigno de subir a un transporte ilegal de ganado. Para ello, no puede portar el menor rastro de metal que pudiera identificar su condición humana. El sujeto debe introducir TODAS sus pertenencias (las pocas que -por otra parte- tiene permitido llevar consigo en el avión) en una gran bandeja de plástico. Esto incluye nimiedades tales como moneditas, relojes, teléfonos, zapatos, o cinturones.

La prueba no sólo consiste en superar el detector de metales, sino también en ser capaz de hacer una cola y desplazarse unos cuantos metros caminando descalzo, agarrando con una mano una pesada e incómoda bandeja de plástico, y sujetándose los pantalones con la otra. La fila de penitentes ofrece una imagen chocante; y en el caso de algunos viajeros, verdaderamente lamentable.

Este paso por el humilladero debe cumplir una función muy bien estudiada, pienso: quebrar de antemano la dignidad de la persona, para que no monte en cólera al descubrir el espacio físico donde piensan dejarle encerrado durante toda la travesía del Atlántico.

El humilladero de Dallas disponía de la última tecnología en la materia. El chisme (desconozco su nombre, por lo que lo llamaré “analizador convectivo de positrones”, que suena muy moderno) que te revisa por dentro hasta los higadillos. Te metes en la máquina, alzas los brazos, y en tres segundos tienes incorporada para siempre a tu ficha cibernética la información sobre tu operación de apendicitis, tus clavos en el omóplato, el tatuaje que te hiciste aquélla noche loca de borrachera, y vaya usted a saber cuántas intimidades más.

Claro que, a cambio de todo lo anterior, puedes volar..