Mostrando entradas con la etiqueta Vizcaya. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Vizcaya. Mostrar todas las entradas

lunes, 27 de enero de 2014

Costa de Vizcaya

Este último fin de año lo pasamos en Santander, como en otras ocasiones. Pero esta vez decidimos aprovechar el viaje al norte para pasar unos pocos días -el fin de semana previo a fin de año- en el País Vasco. Y, en concreto, en una zona que teníamos poco trabajada, que es la Costa de Vizcaya. Localicé una casa rural en las afueras de Bermeo que tenía buena pinta, y allí que nos fuimos. La casa se llama "Lurdeia", y aprovecho para recomendarla.

En la primera foto que sigue, podemos ver las vistas que tenía la casa hacia el pueblo de Bermeo y el mar. En la segunda, vemos una actividad a la que asistimos el mismo día que llegamos. Resulta que se alojaba allí un "cantautor" (cuyo nombre no recuerdo, lamentablemente), que cantó algunas canciones para los huéspedes. Tenía buena voz.




Las dos fotos siguientes son de Bermeo. La primera, tomada con el teléfono durante un paseo que nos dimos por el puerto en la noche, y la segunda, tomada desde las afueras del pueblo con el objetivo grande montado en la cámara.




Las fotos que siguen son de diferentes excursiones que hicimos a lugares cercanos a Bermeo. En cuanto a la identificación de los lugares, adelanto que no voy a seguir ningún criterio concreto en el uso de las posibles denominaciones (castellanas o vascas), sino que usaré en cada momento el término que me dé la gana, que para eso es mi blog :-D

La primera excursión que hicimos consistió en rodear la ría de Urdaibai e ir visitando los puntos de interés por el camino. Esto es Mundaka, población situada en la desembocadura de la ría.



En la siguiente foto vemos la famosa (famosa entre los surfistas atléticos como yo) "ola izquierda de Mundaka"



Hacía un día con sol y chubascos intermitentes. Llegando al pueblo de Sukarrieta nos encontramos este magnífico arco iris doble completo:



Lo más bonito del día fue, sin duda, la visita al Bosque de Oma, el bosque pintado por Ibarrola. Este bosque se encuentra en el barrio de Basondo, del pueblo de Cortézubi. La mejor forma de hacer esta visita es llegando a media mañana al parking del Restaurante Lezika. Ese parking es el punto de partida de las dos visitas que se pueden realizar allí (el propio Bosque de Oma, y las cuevas de Santimamiñe). En un par de horas da tiempo a caminar los tres o cuatros kilómetros que hay hasta el bosque, visitarlo, y volver a la hora de comer para darse un merecido homenaje en el mismo restaurante. Las cuevas no fuimos a visitarlas (por lo que había leído la preparar el viaje, el grueso de la visita no discurre por el interior de las cuevas, sino que consiste en proyecciones audiovisuales o algo por el estilo, y eso me quitó un poco las ganas).

Debo decir que las fotos no son capaces de transmitir las sensaciones que produce el lugar. Los bosques ya son mágicos de por sí, inasibles por la fotografía (creo que nunca en mi vida había utilizado la palabra "inasible".. ¡la coloqué!). En este caso, a la magia del bosque se une la mano del hombre de una forma armónica. A mi por lo menos me gustó.












Durante el trayecto de ida y vuelta por el Valle de Oma (mejor ir por la ladera del valle y volver por el fondo) se disfrutan los típicos paisajes vascos:





Este es el Restaurante Lezika que comentaba antes. A la derecha puede verse el parking donde se deja el coche para visitar el bosque o las cuevas. De hecho, al fondo de la foto puede verse el acceso a las cuevas.


Y, estando en el País Vasco, es un crimen no zamparse una buena chuleta.. en el Lezika éste la sirven en la forma que puede verse en la foto, con unas brasas abajo para mantenerla bien caliente.



Al día siguiente fuimos a visitar Guernica, de donde proceden las imágenes siguientes:







En esta especie de templete tienen enclaustrado el tronco seco del viejo árbol de Guernica:



El actual, todavía demasiado pequeño para el peso de la tradición que debe sustentar, es éste:



Las fotos siguientes son de la ciudad de Bilbao, por este orden:

1º.- Una calle cualquiera.

2º.- El principio de la ría, desde el puente de acceso al Casco Viejo.

3º.- El puente de Calatrava. El tal Calatrava es para echarle de comer aparte.. Cualquier español (qué digo español, cualquier persona residente en España) sabe que Bilbao es una ciudad muy lluviosa. A los políticos de la ciudad no se les ocurrió mejor idea que contratar a Calatrava un puente peatonal sobre la ría (en el pecado llevan la penitencia, por otra parte), pensando seguramente que a tan afamado arquitecto no se le iba a escapar ese pequeño detalle de la lluvia abundante. Pues bien, cuando Calatrava terminó de parir su engendro, resultó que había construido una pista de patinaje sobre la ría, y no propiamente un puente. La superficie de la plataforma era de cristal, o un material parecido. Total, que los pobres ciudadanos bilbaínos y visitantes comenzaron a caer en la trampa como chinches. El Ayuntamiento no tuvo más remedio que extender una especie de alfombra de felpa sobre el puente para que la gente no se matase. Y al amigo Calatrava no sólo no se le cayó la cara de vergüenza, sino que incluso ¡demandó a la ciudad! alegando que con esa intervención sobre el puente, habían infringido sus derechos de propiedad intelectual sobre su diseño. Sin palabras. Creo que en Venecia también están muy contentos con él. La foto documenta esta bonita historia..

4º.- El Museo Guggenheim, que ya ha aparecido por aquí alguna vez.









Vienen ahora unas fotos del islote/ermita de San Juan de Gaztelugatxe. Es una pequeña paliza subir y bajar, pero merece muy mucho la pena. Me parece que las imágenes se comentan por sí solas.











Finalmente, unas fotos tomadas desde el cabo Machichaco. En la primera podemos ver el anterior islote de San Juan de Gaztelugatxe desde un lateral, y en la segunda, ampliando el objetivo, el aspecto general de la costa. La última imagen es del faro que domina el cabo.







Y hasta aquí el resumen de nuestra última visita al País Vasco. Como siempre, muy satisfactoria.