Continúo con la serie dedicada a La Flauta Mágica (a las dos entradas precedentes se accede por aquí). Recordemos que, en la entrada anterior, La Reina de la Noche le había ordenado a su hija, Pamina, que asesinase a Sarastro (Sacerdote de Isis y Osiris), con un puñal que le había entregado con este fin.
Ya en presencia de Sarastro, Pamina se niega a matarle. Y Sarastro la consuela en esta escena que pongo hoy aquí.
Se trata de un aria cantada por un bajo, lo cual no es muy frecuente en las óperas, al menos en las que conozco. Hay momentos en los que su voz parece salir del fondo de la tierra. (Myriam, esto es a lo que llamamos en España “un vozarrón”).
Eso sí, cuando la pobre cantante que representa a Pamina termine su jornada laboral y se meta en la cama, seguro que le pitarán los oídos como si hubiese pasado la tarde en un bar de copas, sentada junto a los bafles.
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