
Esta mañana, por primera vez en la temporada, ha amanecido parcialmente congelado un pequeño estanque que tenemos cerca de casa. Podemos considerar pues comenzado el invierno, aunque astronómicamente nos quede todavía casi un mes para ello.
Qué mejor momento para retomar una cálida historia veraniega, y recordar una de las excursiones que hicimos con ocasión de nuestro viaje a Hamburgo. A la ciudad de Lübeck que nos vamos. Y así recuperamos el objetivo inicial de este blog, que no era otro que informar a sus lectores, entre otras posibilidades que nos ofrece el tiempo libre, sobre lugares interesantes que se pueden visitar.
Lübeck se encuentra a orillas del río Trave, a pocos kilómetros de su desembocadura en el Mar Báltico. Fue la capital de la Liga Hanseática. Hoy en día es una ciudad pequeña, que tiene uno de los centros históricos mejor conservados del norte de Alemania. Esta zona central de la ciudad se construyó en una isla rodeada de ríos, con fines defensivos a todas luces. Aquí viene un mapa:
Ver mapa más grande
Los edificios de la ciudad, y especialmente las torres que destacan sobre ellos, podrían servir como decorado de un cuento infantil. De forma que se me ha ocurrido ambientar la entrada con algo alegre, con una broma musical que tiene un poco de infantil, de clásica, y de alemana, sin ser realmente nada de todo eso.
Y ahora vamos a las fotos, que es lo que interesa. Primero, la Holstentor, que es la puerta de entrada a la ciudad vieja. Al fondo a la izquierda, la Iglesia de Santa María (la Marienkirche habitual), y al fondo a la derecha, la Iglesia de San Pedro.

Una imagen curiosa...

Las dos fotos siguientes están tomadas desde la torre de la Iglesia de San Pedro. En la segunda aparece la Iglesia de Santa María.


Este es el Ayuntamiento. Es una interesante superposición de edificios de diferentes épocas.

Esta foto que viene es buena (aunque esté feo que lo diga): es una vista del techo de la Iglesia de Santa María, tomada desde uno de los bancos. A la izquierda se aprecia el órgano.

En la casa blanca vivió Thomas Mann, y en ella se encuentra ambientada su novela "Los Buddenbrook". Actualmente es un museo de literatura.

Una iglesia más, la Jakobikirche. La Iglesia de Santiago, para nosotros. La foto está tomada desde la terraza donde estuvimos comiendo. No perdí la ocasión de pedirme un buen plato de arenque, que es lo que se come por allí.

En la casa donde está sujeto el cartel, a la izquierda, vivió Günter Grass

Esta es la Catedral. La foto está descuadrada por un motivo. Como ocurre con las iglesias anteriores, se ubica en una plaza desproporcionadamente pequeña para el tamaño del edificio, por lo que el paseante se siente casi aplastado cuando pasa por delante. Para tomar la foto me alejé lo más que pude del edificio, y utilicé el mínimo del objetivo (18mm), y aún así no cupo en la foto. También quería mostrar la curiosa puerta principal de la Catedral, absolutamente minúscula.

Finalmente, aquí pongo dos perspectivas de la ciudad vieja, tomadas desde fuera. En la primera sale la Catedral, y en la segunda aparecen las mismas torres que salían detrás de la Holstentor, en la primera foto.
Atención a la ropa tendida... en cuanto pase el barco de la foto, nos daremos de bruces con la Edad Media. Eso sí que es viajar en el tiempo...