martes, 5 de octubre de 2010

Venecia (I)

La ciudad de Venecia no necesita ninguna presentación, pues todo el mundo ha visto alguna vez una imagen de sus canales, de sus góndolas, de su carnaval... Menos conocida resulta, creo, su curiosa distribución geográfica. Había estado allí con diez años y recordaba algunas cosillas, pero no había llegado a comprender la ciudad hasta ahora.

Esto es Venecia:


Ver mapa más grande

A la izquierda, en tierra firme, se encuentra una parte de la ciudad llamada Mestre (ya sabéis, la imagen de google maps se puede mover en caso de necesidad..). Arriba se puede ver el aeropuerto de Marco Polo (la ciudad tiene un segundo aeropuerto, el de Treviso, más alejado y menos conveniente como punto de llegada en una visita rápida). La isla más grande que aparece en el centro de la imagen, unida a tierra por un puente para trenes y automóviles, es la Venecia universalmente conocida, la de los canales. Un poquito más al norte se sitúa la pequeña isla de Murano –famosa por su artesanía de cristal-, que también forma parte de Venecia. Finalmente, la isla alargada que se ve abajo a la derecha es el Lido, donde existe una gran playa al Mar Adriático, se respira un ambiente de veraneos decadentes, y se celebra todos los años la Mostra, el festival de cine.

Lo más práctico es dormir en la propia isla de Venecia, pero los hoteles salen bastante caros. Nosotros lo hicimos porque sólo nos quedábamos dos días, y el avión nos había salido gratis. Una alternativa puede ser dormir en Mestre, ya que desde allí la comunicación con la isla de Venecia es rápida y barata.

Como antes decía, el aeropuerto más próximo a la ciudad es el de Marco Polo, donde aterriza el vuelo de Iberia desde Madrid (las compañías de bajo coste deben llegar a Treviso). Entre el aeropuerto y la isla de Venecia se puede uno desplazar en taxi o en autobús (a través del puente), pero también en un vaporetto que hace el trayecto en línea recta, que es lo que hicimos nosotros (hay que ir andando desde la salida de la terminal hasta un pequeño embarcadero que existe junto al propio aeropuerto). Este servicio lo presta una compañía de barcos que lleva el curioso nombre de “Alilaguna”… lo de “laguna” está claro de dónde viene, de la Véneta, pero ¿y el resto?

Venecia es un destino turístico de primer orden. Había turistas (como nosotros, of course) para aburrir. Llevaba la idea, equivocada, de que la ciudad podría ser un mero “decorado”, sin vida propia ajena al turismo (como, por ejemplo, el Mont Saint-Michel al que me refería hace algunas entradas), y me agradó comprobar que no es así. La presión turística es tremenda, sin duda, pero no deja de ser una ciudad con su propia cotidianidad.

Unos días antes de viajar estuve debatiendo con dos compañeras (y amigas) sobre el concepto de “ciudad romántica”. A mí no me parece que los lugares sean “románticos”, simplemente son bonitos o feos. Lo de “romántico”, depende de con quién vayas. Y les proponía el concepto de “iglú en el Polo”.. a ellas no les parecía “romántico” un iglú en el Polo Norte, pero joer, digo yo que bien puede serlo si estás con la persona correcta, ¿no?

Otro día vendrán las fotos, que todavía no me ha dado tiempo a descargarlas.

Ah, por cierto… todo fue mucho mejor de lo previsto. No llovió, nos hizo una magnífica y suave temperatura otoñal, y no tuvimos necesidad de navegar en maleta.

11 comentarios:

Clara dijo...

Iglú en el polo???? Ni de coña!!!!!!!!!!

Myriam dijo...

Pues que bien, todo parece indicar que fue un gran fin de semana (aunque yo si quería fotos).

¡Abrazos a los dos paseadores!

Roberto dijo...

No quisiera iniciar un debate, pero coincido con Víctor: Con la persona correcta... ¡hasta un iglú en el polo!

Saludos desde Buenos Aires.

Víctor dijo...

Que sí Clara, que si uno se unta con grasa de foca no pasa fríooooo...

Víctor dijo...

Lo fue, Myriam. Ya llegarán las fotos, todo a su debido tiempo.. :-)

Víctor dijo...

Roberto, yo tampoco quisiera iniciar ningún debate... pero lo cierto es que las mujeres son demasiado prácticas como para ser verdaderamente románticas, por mucho que digan... :-DD

Roberto dijo...

Es así como dices, Víctor.

Roberto dijo...

Siempre tenemos un pequeño refugio en Afghanistan, ¿no?

Luz M. dijo...

Víctor, precisamente estoy leyendo ahora un libro "Amor en Venecia, muerte en Benarés" de Geoff Dyer, inglés, novelista con una voz irónica, divertida y pelín desencantada.
Cuenta una historia en dos partes que no hace falta explicar, con ese título.
El protagonista es un maduro crítico de arte algo perezoso, bastante vicioso y muy gorrón; va a la Biennale de Venecia y allí... Parecía una Venecia muy de verdad, y sobre lo del romanticismo, Dyer prefiere el erotismo directo. Saludos desde Pitres, La Alpujarra.

Víctor dijo...

Sí Roberto, jeje.. pero esta vez creo que también me he librado.

Víctor dijo...

Luz M., no conocía ese libro, tiene buena pinta por lo que dices. Lo pongo en la cola de lecturas. Estoy ahora con los cuentos de Benedetti, que me recomendaste un día hace, ejem, veinte años.. ¡espero no tardar lo mismo con éste! :-DDD