martes, 28 de diciembre de 2010

Ante todo, no confesar

Divertida escena de la película argentina, "El Secreto de sus ojos".

Los funcionarios del juzgado habían estado investigando un asunto, en contra de las instrucciones recibidas del juez. Éste lo descubre... y se arma el Belén:

viernes, 24 de diciembre de 2010

Feliz Navidad

Os deseo, a todos los lectores, una feliz Navidad en buena compañía, y os envío un abrazo.


(Plaza Mayor de Madrid. 22/12/2010)

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Una de controladores aéreos..

Inauguro con esta entrada una sección de provocaciones varias, ya veremos qué vida tiene.

Esta primera se refiere a un tema muy local, previsiblemente de poco interés para los habituales lectores extranjeros.. pero claro, es el material que tengo más a mano.

Muy frecuentemente vemos alguna persona, en la prensa o en la tele, parafraseando la conocida reflexión de “primero se llevaron a los comunistas, y guardé silencio porque yo no era comunista; después se llevaron a los judíos, y guardé silencio porque tampoco soy judío; un día vinieron a por mi, y no quedaba nadie para protestar…”

La reflexión es magnífica, indudablemente. La pronunció un pastor protestante, Martin Niemöller, al terminar la Segunda Guerra Mundial. Su interesante historia y su contenido completo se pueden consultar aquí.

Esta reflexión se escucha, invariablemente, en boca del “representante” (más o menos autoproclamado) de algún colectivo que se siente perjudicado por alguna modificación legislativa.

Recientemente se ha montado un buen bochinche en España con el asunto de los controladores aéreos, esos reputados apestados sociales. Una buena mañana, el gobierno cambió sus condiciones de trabajo de forma dudosamente legal; esa tarde, abandonaron sus puestos de trabajo, de forma manifiestamente indebida; y a la mañana siguiente, el gobierno “les militarizó”, declarando un “estado de alarma” dudosamente constitucional, para obligarles a volver a sus trabajos bajo amenaza de meterles un buen paquete.

A cuenta de este “estado de alarma” y de la privación de derechos que supone, me llamaba la atención que nadie hubiese alzado todavía la voz para pronunciar, por enésima vez, la reflexión antes mencionada.

Finalmente, alguien lo ha hecho. Lo hicieron ayer dos representantes de los controladores –cómo no-, en un programa de televisión cuyo video pongo al final. Pero, de nuevo, es una “parte afectada” quien utiliza la famosa reflexión en su beneficio o defensa.

A lo que quiero llegar, es a que la reflexión de marras sólo tiene sentido cuando la utiliza alguien que NO haya sido perjudicado por la medida de que se trate. Ahí está la gracia de la frase y la clave del asunto: en saber colocarse en el lugar del perjudicado, sin serlo; y no en que el propio perjudicado la tenga que usar para defenderse. Los controladores aéreos son los comunistas o los judíos de esta película, y somos los demás ciudadanos quienes, por mucha tirria que les tengamos por lo que hicieron, deberíamos defender sus derechos.. si no queremos que, algún día, nos “militaricen” a nosotros. ¡¡Señor, sí, señor!!

domingo, 19 de diciembre de 2010

Un helado de faro, por favor..

Refrescantes imágenes de Cleveland, ciudad situada en el Estado Unido de Ohio, para quien no las haya visto todavía en prensa o televisión. Se trata del faro del puerto (en el lago Erie), cubierto de hielo durante una tormenta que sufrieron la semana pasada.

Y.. un cálido abrazo para Esther, que habrá podido disfrutar de esta visión in situ.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Bronca a Calleja..

Divertida bronca femenina (de la variedad “¡debes ser más responsable!”), que se llevó Jesús Calleja en el programa del domingo pasado. Sin ser un buceador experto, quería sumergirse, en cabeza del equipo, en un cenote del Yucatán (supuestamente inexplorado)..



Conviene señalar que la fémina que le aplica el correctivo a Calleja (María March), tiene un concepto de la “responsabilidad” personal ya de por si bastante laxo, como lo demuestra la siguiente secuencia del mismo programa televisivo.


viernes, 10 de diciembre de 2010

Venecia (VI). Un poco de todo..

Una última entrada con fotos de Venecia (que le tenía prometida a Myriam), sin ningún orden en especial.

En Venecia encuentras pocos signos externos de modernidad. Los edificios, las calles… y hasta los comercios y restaurantes, todo conserva una estética antigua, como si el tiempo se hubiese detenido muchos años atrás.

Callejeando de noche en busca de un lugar donde cenar, lugares como éste de la foto que sigue se hacen casi irresistibles:


Por los alrededores de la Plaza de San Marco hay numerosos comercios con artículos de lujo a la venta. Eso sí, los bolsillos normales sólo podemos curiosear los escaparates, observando asombrados cosas tales como, por ejemplo, globitos de cristal a 500 Euros la pieza.


Pero Venecia también cuenta con calles estrechas y siniestras, en las que nadie abriría tienda alguna..


Como tiene también su ración de calles sucias y olvidadas..

Y su barrio de prostitutas (al menos lo era en la antigüedad). Ante ustedes, el Ponte de le Tette, o Puente de las Tetas (los de blogger me cerrarán este blog por guarro, lo veo venir..), llamado así porque las citadas profesionales se situaban sobre el puente, y desde allí arriba mostraban a los navegantes lo que les podían ofrecer.

Pero puesta a ser moderna, Venecia también saca nota. Atención al inexplicable establecimiento de la foto siguiente, con un letrero de neón en su escaparate, escrito en alemán, que proclama a los cuatro vientos (traducido a román paladino): “la cultura es un palacio construido con caca de perro.”


¡Basta de procacidades! Seguidamente, una bonita perspectiva de la ciudad, desde el campanile de San Giorgio Maggiore.


Durante el viaje tuve una visión bien conocida… un déjà-vu que se me aparece continuamente..

Una de las zonas con más renombre de la ciudad, y sin embargo una de las menos interesantes, es el Lido. El Lido es la franja de tierra firme que separa la laguna Véneta del mar abierto. En la ribera del mar existe una gran playa, larga (unos 12 km) y ancha, que fue uno de los destinos estivales favoritos de la alta sociedad europea a finales del s. XIX y principios del XX. Allí se encuentra ambientada el libro (y la película) Muerte en Venecia, y también allí se celebra todos los años el festival de cine (la Mostra).

Suele utilizarse el adjetivo “decadente” para referirse a este lugar. Más bien diría que actualmente presenta un ambiente decadente en decadencia. Decadente al cuadrado, por tanto. Bien es verdad que estábamos en octubre y la temporada de baño había terminado… pero las playas se encontraban absolutamente desiertas, nadie caminaba por el paseo marítimo, y los grandes y suntuosos hoteles del pasado estaban cerrados.

Cuatro fotos del lugar: la primero, de la mezcla de coches y canales, que es la peculiaridad del Lido actual; la segunda, de la playa, con sus casetas en formación como soldaditos; la tercera, de la sede de la Mostra; y la cuarta, de un hotel decadente al cuadrado..





Bueno bueno bueno, y una mención muy especial merece Murano, una isla situada a pocos kilómetros del centro de la ciudad. Administrativamente, Murano forma parte de la ciudad de Venecia, pero materialmente viene a ser un pueblecito de los alrededores… tiene canales como el resto de la ciudad, pero en lugar de palacios hay limpias y coloridas casitas de pueblo, y en lugar de góndolas modestas lanchitas.

En mi opinión, Murano es un elemento clave en el desequilibro mental de toda la Humanidad. Esto que digo puede sonar eurocentrista (más bien sería venetocentrista), pero es la pura realidad. A ver si me explico. Cuando una persona entra en Venecia, descubre un mundo al revés…siquiera sea porque las calles son de agua y porque los vehículos que las transitan carecen de ruedas. En ese anómalo entorno, el único asidero mental que conservas con el mundo real es el autoconvencimiento de que te encuentras en una ciudad absolutamente excepcional e irrepetible. Pues bien, este autoconvencimiento providencial hace aguas (nunca mejor dicho) en cuanto coges el vaporetto a Murano y desembarcas allí. Descubres entonces que existe, también, ¡un pueblo acuático! En ese momento comprendes que la excepcionalidad de Venecia no era tal, y te asaltan unas dudas terribles: ¿existirán más pueblos acuáticos? ¿habrá países enteros acuáticos? ¿y planetas?

A continuación, unas fotos de ese precioso lugar. Fue de lo que más me gustó en todo el viaje, por lo que estas imágenes son el mejor final para la serie de entradas dedicadas a Venecia. Finito.




lunes, 6 de diciembre de 2010

Patatas con níscalos

Uno de mis platos favoritos en otoño son las patatas con níscalos. Es un plato muy sencillo de elaborar, que está para chuparse los dedos. Ayer lo preparamos, y aproveché para hacer el presente reportaje.

(Nota previa para lectores extranjeros, que al final sois mayoritarios. No sé si conocéis esta seta. "Níscalo" es el nombre que recibe en Castilla; también se la conoce por su nombre catalán –"rovellón"-, pues en Cataluña son muy aficionados a su consumo; su nombre científico, Lactarius Deliciosus, ya da una pista de lo rica que está).

Los pasos son los siguientes:

1.- Se compran los níscalos en el mercado. Su temporada termina con las heladas invernales, por lo que deben estar a punto de desaparecer.


2.- Se lavan para quitarles los restos de tierra y hojas de pino. Se les corta el pie y se trocean.



3.- Se compran unas buenas patatas gallegas. Se trocean chiscándolas (esto es, medio cortando - medio rompiendo), para que luego espese mejor la salsa.


4.- Seguidamente, hay que eliminar el agua de los níscalos. Para ello se ponen a cocer en una olla o sartén, sin aceite; al cabo de unos minutos comienzan a “sudar” y a expulsar un agua anaranjada, que se desecha. Cuando hayan dejado de “sudar”, se sacan de la olla y se pasan a un colador. Mientras están en el colador se les puede echar un poco de agua templada del grifo, para terminar de limpiarlos.


5.- Se pone aceite en una olla. Se fríen brevemente unos ajos para que el aceite coja un poco de saborcillo, retirándose luego. Se echa cebolla picada y se dora.


6.- Cuando la cebolla está dorada, se echan los níscalos a la cazuela y se rehogan un poco. A continuación, se echan las patatas. Se puede añadir en este punto algo de harina. Se mezcla todo y se rehoga el conjunto un poco más. Finalmente, se echa agua hasta cubrirlo todo, se añade un poco de laurel, y se deja cociendo durante 20 minutos (la primera foto siguiente corresponde al principio de la cocción, y la segunda al final: el plato ya terminado).



Y eso es todo. ¡A zampar!

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Ya empieza el frío..

29/11/2010. Primera nevada de la temporada, que no llegó a cuajar.





03/12/2010. Segunda nevada de la temporada. Esta vez ha cuajado, pero la nieve ha sido muy escasa. Esperemos que este invierno que se avecina no sea tan frío como el pasado, aunque ya apunta maneras..




sábado, 27 de noviembre de 2010

Una gestión que resultó entretenida

El jueves me pasé por el banco para ingresar un cheque. Últimamente está de cajera una chica de unos 35 años, bastante seria. Nos conocemos de vista, pero nunca hemos intercambiado más palabras que las imprescindibles para realizar las gestiones de turno.

V: Buenas, vengo a ingresar este cheque.

C (comprobando en el ordenador, o simplemente recordando, que tengo dos cuentas): ¿Dónde lo quieres ingresar?

V: En la cuenta de esta sucursal.

C: (sonriendo por primera vez): ¿Y no prefieres ingresarlo en mi cuenta?

V: (descolocado, pero recobrando la compostura): eeeee.. jeje.. casi mejor lo ingresamos en la mía.

C: (juraría que poniéndose colorada): …

V: Tampoco te ibas a hacer rica (era una birria de cheque).

C: No, además me gusta mi trabajo, no quiero perderlo.

V: Sí, tendrías que hacerte un supertraspaso antes de desaparecer.

(En este momento me suena el teléfono).

V: (hecho un lío -con el teléfono en una mano y el resguardo del ingreso en la otra-, y haciendo un gesto de despedida): …

C: (haciendo un gesto de despedida):…

viernes, 26 de noviembre de 2010

Mozart: "La Flauta Mágica (III)"

Continúo con la serie dedicada a La Flauta Mágica (a las dos entradas precedentes se accede por aquí). Recordemos que, en la entrada anterior, La Reina de la Noche le había ordenado a su hija, Pamina, que asesinase a Sarastro (Sacerdote de Isis y Osiris), con un puñal que le había entregado con este fin.

Ya en presencia de Sarastro, Pamina se niega a matarle. Y Sarastro la consuela en esta escena que pongo hoy aquí.

Se trata de un aria cantada por un bajo, lo cual no es muy frecuente en las óperas, al menos en las que conozco. Hay momentos en los que su voz parece salir del fondo de la tierra. (Myriam, esto es a lo que llamamos en España “un vozarrón”).

Eso sí, cuando la pobre cantante que representa a Pamina termine su jornada laboral y se meta en la cama, seguro que le pitarán los oídos como si hubiese pasado la tarde en un bar de copas, sentada junto a los bafles.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Brasilia (1960 - 2010)


En la Arquería de Nuevos Ministerios hay una interesante exposición sobre la ciudad de Brasilia, capital de Brasil, con motivo del 50º aniversario desde su fundación en 1960.

En ella te explican el origen de la ciudad, su evolución y su realidad presente, a través de planos, de fotografías, y de una gran maqueta de la ciudad elaborada sobre una gigantesca fotografía tomada desde un satélite.

Tenía la idea de que la ciudad de Brasilia había sido concebida por las autoridades brasileñas, a mediados del siglo pasado, para descongestionar la costa y poblar el centro del país. Y efectivamente es así, pero desconocía hasta ahora la motivación profunda de este propósito.

Resulta que esta idea de construir una capital en el vacío centro geográfico del país se gestó mucho antes de lo que pensaba, en el siglo XIX; respondió a una concepción a largo plazo del país como gran potencia mundial, que tuvieron las autoridades brasileñas de entonces –mirándose en el espejo de los Estados Unidos-, y a la voluntad de hacerla realidad. Incluso el diseño de la ciudad se inspira de forma evidente en Washington, con su Congreso Nacional (foto de arriba) situado en el extremo de un extenso corredor de terreno sin edificar, semejante al Mall washingtoniano.

(Un comentario al margen: este verano salió en prensa la noticia de que Brasil había superado a España en PIB –acontecimiento producido este año o el anterior, no sé-, de lo cual se desprende que, a día de hoy y aunque no sea por mucho tiempo, los PIB de ambos países no deben ser muy diferentes. Pues bien, es curioso que contando dos países con un PIB semejante, tenga uno de ellos la reputación de ser una “gran potencia mundial”, y otro la de ser un “país pequeño y arruinado”. Sin duda esta visión se corresponde no sólo con la circunstancia de que aquí nos encontremos ahora mismo al filo de la navaja financiera, sino también con la diferente valoración que hacemos, en general, de los conceptos de “joven” y de “viejo”).

Brasilia es conocida, sobre todo, por su arquitectura. La exposición se detiene en sus edificios más destacados, y en la persona que actuó como arquitecto principal de todo el proyecto, Oscar Niemeyer.

Niemeyer es una de estas personas que, por su longevidad, parecen disfrutar de varias vidas sucesivas. Se graduó en la escuela de arquitectura en el año 1934, de modo que en los años 50 del siglo pasado, rodando los 50 años de edad él mismo, era ya un arquitecto de suficiente prestigio y experiencia como para que se le encomendase un proyecto tan gigantesco. Actualmente tiene 103 años, y, según cuentan en la exposición, sigue trabajando. Tiene edad como para acordarse de la Primera Guerra Mundial, y sigue trabajando..

En la Arquería de Nuevos Ministerios hasta el 28 de noviembre de 2010 (prorrogada ya una vez). Entrada gratuita.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Golpes Bajos: "Escenas Olvidadas"

Más buena música de los viejos tiempos..

viernes, 5 de noviembre de 2010

Venecia (V). Por la noche..

Venezia per la notte.. pronunciado "not(10 segundos sin respirar)te", en italiano.

Esta primera foto es el Puente de Rialto, en su versión nocturna. La tomé el primer día, desde el vaporetto de Alilaguna que nos llevaba del aeropuerto al hotel.

Ese edificio de color crema con las contraventanas verdes, que sale a mano derecha en la foto siguiente, es el hotel donde nos alojamos. Era un hotel muy sencillo, de dos o tres estrellas, pero magníficamente situado.

A continuación, dos plazas: una para humanos, y otra para góndolas.


Y ahora, dos canales: uno principal (el Gran Canal, por supuesto), y otro secundario.



Las dos fotos siguientes son del edificio de la ópera, La Fenice: primero, una imagen de la puerta delantera; y después otra de la puerta trasera, que abre hacia un canal y cuenta con un embarcadero para acceder al edificio.


Finalmente, una foto del Palacio Ducal, el edificio donde tenían su sede las instituciones de gobierno de la República de Venecia. Detrás de esas grandes ventanas de la primera planta se encuentra la Sala del Consejo Mayor, un espacio inmenso, absolutamente espectacular, cuyo tamaño os podéis fácilmente viendo las ventanas y el espacio entre ellas.

sábado, 30 de octubre de 2010

Las buenas costumbres


Le han regalado a Clara un libro titulado “Enciclopedia Culinaria – La Cocina Completa”. Se trata de una reedición de 2009, de un libro editado originalmente en Madrid en el año 1940.

Es un libro de recetas, aunque a modo de introducción contiene también consejos diversos sobre cuestiones accesorias: utensilios de cocina, preparación de la mesa, origen de los alimentos, etc..

Su autora es una tal María Mestayer de Echagüe, Marquesa de Parabere. Imagino que esta marquesa gozaría en su día de cierta fama o consideración pública –¿sería la Arguiñana de la posguerra?-, pero hoy en día su memoria se encuentra tan enterrada y desaparecida como lo estarán sus huesos. Las glorias mundanas, ya se sabe cómo pasan.

Pero la buena señora nos ha dejado su libro, en cuyo interior han quedado fosilizadas –como insectos en una gota de ámbar- las normas básicas de urbanidad.

Hoy en día se han perdido por completo las formas, el decoro, y las buenas costumbres. Invitas a tus amigos o familiares a comer a casa, y la reunión se vuelve enseguida una merienda de negros. Debemos, decididamente, recuperar las buenas formas de nuestros mayores.

En el libro se nos explica cómo debemos proceder si invitamos a gente a casa. Seguidamente transcribo los párrafos correspondientes (no quito ni pongo nada, ¡lo juro!). Propongo que empecemos, todos, a seguir al pie de la letra estos sabios consejos, y quizás así alcancemos el anhelado Mundo Mejor.

"La etiqueta de la mesa

A la hora señalada para servir la comida (o el almuerzo) el criado, abriendo la puerta de la sala de par en par, pronunciará la frase de rigor: «La señora está servida.» La señora se habrá arreglado para retener a su lado a los dos caballeros de mayor categoría y, conversando con ellos, se dirigirá con naturalidad al comedor, seguida por los demás invitados, sencillamente agrupados, ya que no se estila, como antaño, el «ofrecer el brazo a las damas».

Como decimos, la señora penetrará la primera en el comedor y se dirigirá a su puesto, permaneciendo de pie, mientras los demás comensales se dirigirán a sus respectivos puestos, quedando igualmente de pie ante ellos. El puesto de cada cual estará indicado en una cartulina colocada en cada respectivo plato y en la que irán escritos los nombres y apellidos o el título, si lo tuviere, del comensal.

Todos los invitados ya ante sus respectivos puestos, la dueña de la casa se sentará la primera, haciéndolo acto seguido los demás, siendo el último a sentarse el dueño de la casa.

Los señores que invitan se sentarán en el centro de la mesa uno enfrente del otro, y los puestos que llamaremos de honor son los correspondientes más próximos de ellos, siendo el de la derecha de ambos el primero, siguiendo el de la izquierda en categoría; por tanto, se colocará a la derecha de la señora el caballero más principal, y a la derecha del señor la dama más conspicua; luego vienen los del lado izquierdo, reservados para la dama y caballero que sigan en categoría. Los más alejados y las puntas de la mesa se reservan para la gente joven.

Los invitados se colocarán alternando un caballero y una dama, y se tendrá sumo cuidado al aparejarlos, no colocando nunca hermanos juntos, ni menos aún a los esposos.

NOTA.—Los esposos se colocan juntos en el centro de la mesa en la comida de boda, pero sólo en ese único caso.

De la buena colocación de los invitados dependerá el éxito de una comida, pues por selectos que sean unos manjares si no son gratos los vecinos no se saborearán a gusto. La buena ama de casa ha de saber seleccionar sus invitados, buscando entre ellos afinidad de gustos y simpatía y nivel social. La dueña de la casa, que ha sido la primera en sentarse, será también la primera en levantarse de la mesa, ya que nadie puede hacerlo antes que ella.

El criado servirá como sigue: empezará por la dama colocada a la derecha del dueño de la casa, luego servirá a la de la izquierda y seguidamente a todas las señoras, siendo la última a servirse la señora de la casa. Servida ésta, empezará por el caballero sentado a la derecha de ésta, luego servirá al caballero colocado a su izquierda y seguidamente a todos los demás señores, terminando con el de la casa.

Si sirven dos criados, uno servirá a las señoras y otro a los señores el mismo orden antes indicado, con la salvedad que el sirviente encargado de servir a los caballeros servirá antes a la dueña de la casa, siguiendo con el caballero colocado a la derecha de ésta, etc.

Durante la comida los señores de la casa no harán comentarios ni exaltarán las excelencias de los manjares que ofrecen, salvo en contadas ocasiones, tal como tratándose de algún plato exótico o puesto ex profeso por ser gusto particular de alguno de los invitados que se quiere obsequiar, pero siempre con mesura y discreción, ni se hará presión para que se sirvan o repitan, dejando a cada cual en perfecta libertad para servirse y comer lo que más les convenga. Esto referente a los que invitan, pues los invitados pueden y deben alabar -siempre con mesura, pero expresivamente- la satisfacción que les causa la bondad de los manjares que se les ofrece —aun cuando fueran detestables—, así como lo agradecidos que quedan a tantas atenciones.

NoTA.—Si los hijos o yernos de la casa son comensales, éstos se servirán los últimos después del señor.


Para terminar, transcribo a continuación la admonición que figura en la primera página del libro, dirigida a todos sus lectores –entre los que os encontráis ahora vosotros-, para que a nadie se le ocurra copiar nada. ¡Que no se diga que no aviso!

"Reservados todos los derechos. NO se permite reproducir, almacenar en sistemas de recuperación de la información ni transmitir alguna parte de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado… bla,blu,ble… multazo gordo.. bla,blu,bli.. cortar cataplines, etc.."

jueves, 28 de octubre de 2010

Dire Straits: "Where do you think you are going?"

Uno de los grupos que más me gustaban, en los buenos viejos tiempos...

viernes, 22 de octubre de 2010

Venecia (IV). Por la tarde..

Y aquí unas pocas fotos del atardecer veneciano.

En la primera foto aparece el Puente de Rialto. Es el principal puente de Venecia, y uno de los pocos que cruza el Gran Canal. Su historia se cuenta aquí. Para su construcción se promovió un concurso público, al que presentaron proyectos arquitectos de la talla de Miguel Ángel y Andrea Palladio. Finalmente, el vencedor fue un arquitecto menos conocido, Antonio da Ponte (claro.. con ese nombre debía saber lo que se hacía).

El puente tiene dos hileras de tiendas sobre su plataforma. Por desempeñar esta mezcla de funciones (puente/zona comercial), y por comunicar los dos barrios principales de la ciudad, me recordó mucho al Puente de Gálata en Estambul, del cual hablaba en esta entrada.






jueves, 21 de octubre de 2010

Bla, bla, bla..


Lo cual me recuerda esta entrada prehistórica.., y, en especial, el primero de los párrafos que allí transcribía.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Venecia (III). Durante el día..

Termina de amanecer, y comienza el trasiego de gente en Venecia.

Los sábados por la mañana los venecianos tienen mercado, un mercado bastante bien provisto (los camarones a la venta, por ejemplo, estaban vivitos y coleando)




Mientras tanto, turistas procedentes de todos los rincones de la Tierra empiezan a desperdigarse por todos los rincones de la ciudad.



Venecianos y turistas coinciden en los vaporettos. En una ciudad sin tráfico rodado como es esta, el transporte público consiste en estos barquitos que navegan por los canales principales y comunican las diversas islas entre sí, siguiendo distintas rutas de la misma manera que en nuestras ciudades terráqueas lo hacen las líneas de autobuses urbanos. Para realizar una visita a Venecia de fin de semana, sale a cuenta comprar una tarjeta que te permite hacer uso ilimitado de los vaporettos durante dos o tres días. Esta tarjeta puede adquirirse con antelación por internet, y se recoge al llegar en un mostrador del aeropuerto o en otros lugares de la ciudad.

Este es un típico vaporetto navegando por el Gran Canal –la arteria acuática de Venecia-:


Generalmente van bastante llenos. En su interior disponen de muchos asientos (foto siguiente), por lo que puede uno sentarse con relativa facilidad; pero la plataforma de embarque y desembarque, situada en la parte delantera, suele encontrarse repleta de viajeros en pie listos para bajar, ya que los barcos se detienen muy brevemente en cada parada.



Por los canales más estrechos sólo circulan pequeñas lanchas (tanto públicas –taxis acuáticos- como privadas –pertenecientes a los venecianos pudientes-), así como las famosas góndolas, destinadas a los turistas.





A veces te encuentras ¡un atasco de góndolas! cerca de los hoteles, apostadas allí a la caza del pasajero.


En el Gran Canal coinciden todos: góndolas, lanchas, y vaporettos.

Nosotros no llegamos a gondolear. Clara no es muy amiga de barcos y barcas (aquí sí que está bien empleada la sempiterna distinción de género, jeje), y además las góndolas le dieron yuyu porque le parecieron ataúdes. Y yo con verlas navegar tengo suficiente, no veo la necesidad de aproximarme más de la cuenta a unas aguas pestilentes.

Porque lo cierto es que Venecia no huele del todo bien. En los canales más interiores, el agua apenas circula, quedando allí estancada. Algunos huelen realmente mal, dando a veces la impresión de que una tubería de aguas fecales pueda estar desaguando por los alrededores.

Dicen que en verano el mal olor llega a ser bastante fuerte, por el calor. No me parece que en otoño, cuando hemos viajado nosotros, ese mal olor sea tan generalizado ni motivo para no visitar la ciudad. Tan solo te depara alguna pequeña sorpresa olfativa de cuando en cuando.

(continuará…)