Ya empezamos. Todos los años por estas fechas, pasa lo mismo.
Enchufas la tele, y aparecen en la pantalla unos nazarenos que, capirote en mano, lloran a moco tendido.
El motivo de tanto dolor es que llueve, o amenaza lluvia, y su cofradía decide no salir en procesión por temor a que el agua deteriore la imagen que lleva el paso (lo que ocurre cuando se trata de una talla de madera policromada del año catapún).
Estos nazarenos han visto cómo se les arruinaba un evento que habían estado esperando y preparando durante todo un año, y los pobres sufren; los espectadores (denominados devotos) que pretendían acompañar la procesión (tos maqueaos), tampoco están para grandes alegrías, y algunos lloran igualmente.
Y yo me pregunto: si tan importante resulta para estas personas –muchas de ellas, hombres hechos y derechos- salir en procesión (como para que no poder procesionar les haga llorar de una forma tan desconsolada), y si tanto tiempo, dinero y esfuerzo invierten en el acontecimiento… ¿por qué no disponen de una puñetera campana de metacrilato para cubrir el paso en caso de lluvia? ¿tan caro es el metacrilato? ¿no tiene el Papa un papamóvil que le pasea a cubierto? ¿por qué no emplean ese tiempo que dedican los lloros, a la búsqueda de soluciones?
No tengo nada contra las procesiones, ni contra los nazarenos, ni contra los devotos, que conste; pero no consigo entender esa actitud de impotencia y derrota (hablo ahora en general) ante problemas aparentemente tan simples.
Joer, ¿es que hace falta ser inglés para tener un mínimo sentido práctico?
8 comentarios:
¡Jajajajajaja! :)
¡Que risa! :) tienes razón, ahora si que si ya saben a lo que van y con tantos años de experiencia pues un techito aunque fuera improvisado no les caería mal.
Me encantó eso de la "puñetera campana de metacrilato" jajaja, creo que eso fue lo que más me hizo reír.
Te mando un beso risueño :)
Ejem, ejem... sospecho que si alguien se plantea la Semana Santa con “sentido práctico”, Víctor, es el gremio hostelero y... ¡tú! :-P. Pero no las hermandades... no los cofrades... no los devotos (sin cursiva) que, desde luego, son algo más que meros espectadores. Lo que para ti o para mí (y otros tantos “observadores” y/o turistas) se reduce a “exclusiva plástica”, folclore si me apuras (vale, religioso, pero folclore a la postre) unido a unos días de vacaciones, para ellos es algo que tiene muuuuuucho sentimiento profundamente ligado a su espiritualidad, probablemente presente en su día a día (cotidianeeeeeidad, si lo prefieres :-P). Es decir... se trata de “fe”. Y para un número considerable de hermanos supone enorme dedicación previa, no hay que olvidarlo, así como inversión económica. De manera que, como poco, cierto grado de frustración es inevitable y su expresión necesaria por aquello de la propia humanidad. O sea: desfogue, alivio tensional... y sinónimos varios.
En consecuencia creo que no planteas el asunto adecuadamente y por ende... ¿campana de metacrilato?... yo creo que no. ¡Que se trata de acercar el Cristo al puebloooooo homble de dióóóóóó!, no de poner más parapetos. El ejemplo del Papa-móvil no vale. Al Obispo de Roma se le intenta librar de cualquier enajenado mental transitorio... o continuo. Mismamente de tentativas de asesinato y agresiones varias. Verle sí... pero a lo lejos, que p’algo es un intocable. Y más si se trata de Benedicto XVI, porque Juan Pablo II... era otra cosa, mariposa.
También derramarían más de una lágrima los brasileños que no pudieran celebrar el carnaval si circunstancias climatológicas adversas lo impidieran, o... gran parte de un estadio de fútbol lloraría a moco tendido si la final del Mundial no pudiera jugarse por razones x...
De todas maneras, si llueve y no pueden salir de procesión, aunque duela... será lo que Dios quiere, así que... lo acabarán aceptando e imagino que le echarán más ganas a la Semana Santa del próximo año. ¡Qué remedio!
Y yo, que tengo bastante de inglesa y alemana en cuanto a practicidad se refiere, estoy completamente en desacuerdo con esta entrada, je. Total... está etiquetada como “Provocaciones varias” de modo que... cumple su función, cumplo mi función :-D. Y es que en la vida... no todo puede pasar por el aro de la práctico. Es decir... 2 + 2 = 4, pero también puede suceder que 4 = 7 – 3 (es una levemetáfora numérica ¡eehhhhh!, je).
A propósito... ¿acaso un hombre hecho y derecho no puede llorar con desconsuelo? :-PPPPPPPP
Pd. Dónde se ha visto que un comentario sea -con toda probabiliad- más amplio que la propia entrada a que se dirige, anda queeeeee...
Ummm y con lo maravillosa que es la lluvia! :)
jeje, tú sí que me entiendes Myriam...:-)
pues claro que lo saben, es practicamente una tradición que llueva en Semana Santa. Es lo que tiene la primavera..
Besos
Leve, primero de todo, muchas gracias por cumplir tu función de Pepita Grilla.. Eres absolutamente imprescindible en cualquier entrada del grupo "Provocaciones Varias", etiqueta que pretende ser un sano lugar de encuentro y discusión en el que sacarnos los ojos unos a otros.. :-)
Verás, estás completamente equivocada :-)
Yo no niego que la gente pueda sentirse dolida por la suspensión de una procesión, ni por cualquier otro motivo. Al contrario, constato que es así, y es precisamente ese dolor lo que carga de razón mi reflexión. Si la actitud de la gente fuese: “Uy, ¡qué suerte que llueva!, ya no tenemos que cargar con este mamotreto.. ¡vámonos de cañas!”, pues no tendría ningún sentido todo lo que digo.
Tampoco es acertado tu argumento de que “se trata de acercar el Cristo al pueblo”. La figura de madera no es Cristo, y afirmar (o sentir, por parte de los devotos) lo contrario, es una herejía.
Mi ejemplo del papamóvil es muy válido. Perfectamente se puede meter una figura de madera en una campana transparente, cuando se mete en una campana transparente al Papa (que, además de ser un ser vivo que respira, es el representante de Cristo en la Tierra, como heredero de Pedro).
El problema de fondo, Leve, no son las “emociones”, ni mucho menos la religión, sino la actitud de asumir sacrificadamente problemas que tienen una solución bastante simple. ¿Qué te parecía a ti una persona que se echase a llorar cada vez que lloviese, por temor a mojarse, en lugar de buscarse un paraguas como todo el mundo?
Un abrazo
PD. Se ha visto muy frecuentemente en blogs donde se publican entradas con cuatro palabras ;-P
Lía.. esa apología que haces de la lluvia, precisamente en esta entrada, me parece maligno por tu parte.. :-)
Estoy de acuerdo con Leve en que hay que respetar los fervores ajenos sean cuales sean, pero también es cierto que un techito discreto y portátil que a nadie moleste podría ser válido.
Con tu comentario, Myriam, haces lo que aquí llamamos "poner una vela a Dios y otra al diablo".
Gracias por la vela que me toca.. que es la buena, claro.. :-)
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