Este pasado fin de semana estuvimos de nuevo en La Granja (no en la conocida academia y/o nido de espías, sino en el inofensivo pueblo de la provincia de Segovia), visitando en esta ocasión el Museo del Vidrio instalado en la primitiva Real Fábrica de Cristales.
Tienen allí una interesante exposición de piezas antiguas de vidrio, muchas de ellas de procedencia extranjera:
Se encuentran también expuestas algunas máquinas de principios y mediados del siglo pasado, que se utilizaban para fabricar piezas o elementos de vidrio con aplicaciones industriales. En esta parte me llamó especialmente la atención una sección dedicada a una función del vidrio que, para cierta lectora, constituye una gran pasión, casi una perversión: ¡el aislamiento eléctrico!
A la ida fuimos por el puerto, donde nos sorprendió una fuerte nevada que casi nos deja allí varados. Las tres primeras fotos son de Clara (la segunda y la tercera, ¡artísticas!), y la última es mía:
Y visto lo visto, a la vuelta nos volvimos por el túnel, naturalmente.
Esto es todo. Hoy ha sido breve la cosa..
6 comentarios:
¡Encantadora entrada! me ha gustado mucho empezando por los botellones, frascos y botellas de las primeras fotografías, incluso la cuarta foto parecería que es una pieza de porcelana.
Pero lo mejor viene después con todo eso de los aisladores ¡que ganas de haber estado ahí! y por lo menos ya me ha quedado un buen dato de la fecha y lugar en que España empezaron a fabricar los primeros aisladores de vidrio. Simplemente me ha fascinado la entrada y las fotos, sobre todo esa donde se aprecian cortes transversales de los aisladores, que maravilla.
Y por último las fotos de la nevada, me pregunto ¿Clara las tomó a blanco y negro o es que así se veia el paisaje en escala de grises?
Te mando muchos saludos y un abrazo enormísimo, querido amigo.
Que ganas de ir a conocer ese museo, aunque esta triplemente lejos para mi.
Nevadas, ni imaginarlo, son cosas que en mi ciudad no pasan (o pasan en los barrios altos)
Espero algún día poder ir a tu tierra, que para mi es la tierra donde engendraron al Quijote.
Hola Myriam.. jeje, sabía que te gustarían los aisladores. Ojo -para su información profesional-, date cuenta que el cartel dice que ese año empezaron a fabricarse en esa fábrica, no "en España".
No, las fotso las debió tomar en color, sólo que había pocos colores a la vista.. Lo de "artísticas" lo decía porque salen enfocadas las gotas del primer plano, en la ventanilla del coche, y algo desenfocado el fondo.
Besos
Hola Mariposa.. bienvenida, y muchas gracias por pasar. Es verdad, tú sí que estás lejísimos de aquí, parece mentira (estas cosas no dejan de sorprenderme, aunque ya no debería ser así) que sea tan fácil entrar en contacto.
En la ciudad de Madrid nieva muy poco, un par de veces al año como mucho. Ese museo está a unos 80 kilómetros de Madrid. Entre medias hay una sierra (muy pequeña, si la comparamos con los Andes..), que hay que atravesar para llegar. El camino corto y bonito es por arriba, por el "puerto" (así llamamos aquí a un paso de montaña, no sé si allí se dice igual). Está a 1800 metros de altura, y suele haber nieve durante la mitad del año más o menos. Pero dando un pequeño rodeo se puede tomar una autopista que atraviesa la sierra por un túnel, que es el camino lógico a seguir cuando hace mal tiempo.. y no cometer una imprudencia como hice el otro día, jeje
Tomo nota de que te gusta el Quijote, puede ser una buena idea para una entrada.. :-)
Un abrazo
No sé porqué pero desde que era peque siempre me ha fascinado cómo se trabaja el vidrio (¡madre del amor hermoso!... había escrito "vídeo"... será porque es sábado y estoy, como quien dice, recién levantada... ¡¿será?!)... Me quedaba embelesada viendo los documentales sobre el tema... aunque siempre con cierto "¡ay!" por si al trabajador le caía en la mano una goteja incandescentemente naranja ¡glups!
Bueno, en realidad sí creo saber la razón: en prácticamente todas sus manifestaciones me encanta la artesanía, esa casi extinguida señora. ¡A ver si voy a ser verdaderamente decimonónica, que me llamaba un amigo!... que por cierto, a su vez, se llama como tu :-)
¡Y que prefiero el vidrio al cristal!
Es cierto Leve, el trabajo del vidrio tiene algo de mágico.. una masa incandescente que da miedo por el daño que te puede hacer, tranformada de repente en un objeto tan delicado que se puede romper si no te andas con cuidado.
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