jueves, 19 de febrero de 2009

El tuercebotas

AVISO: Esta entrada está mal, de principio a fin (bueno, el último párrafo es correcto). Tan pronto como la colgué, me puso un comentario Roberto avisándome de que los cálculos que contiene están mal hechos (no tengo costumbre de manejar miles de millones, qué le vamos a hacer), y así pierde todo el sentido. No es sólo un dato que se pueda corregir. Pero la voy a dejar tal cual, porque con los datos correctos la conclusión que se obtiene es justo la contraria, y mucho más positiva: ¡es posible que no estemos tan mal!


Me ha llamado la atención uno de esos correos electrónicos que van circulando por Internet, y que hoy ha aterrizado en mi cuenta. Igual lo habéis recibido también algunos de vosotros. En ese correo se calcula la relación que existe entre los planes de rescate financiero que proliferan hoy en día por todo el mundo, y la población humana.

Empiezan con el plan de ayudas de los Estados Unidos. Ese plan tiene un importe de setecientos mil millones de dólares (700.000.000.000); ha sido recientemente ampliado -ayer, sin ir más lejos-, pero en el correo se tiene sólo en cuenta el importe inicial. Y se compara con la población mundial, que es de seis mil setecientos millones de personas (6.700.000.000). El resultado es el siguiente: si se repartiera el dinero de ese plan entre todos los habitantes del mundo, le tocarían a cada persona ¡104 millones de dólares!

Luego siguen con el caso español. Existe un plan de adquisición de activos financieros por importe de cincuenta mil millones de Euros (50.000.000.000). Este es el famoso dinero que se dice que “se le está dando” a la banca (en realidad no es un dinero que se les esté regalando, sino que con ese dinero el Estado está comprando activos financieros en poder de la banca –supuestamente activos de máxima calidad- a su precio -supuestamente- de mercado, con el fin de que la banca tenga liquidez; por eso dice la banca que, en realidad, no les están dando nada). De esos cincuenta mil millones, el gobierno ya está autorizado para gastar treinta mil millones; y de éstos últimos ha consumido ya unos veinte mil millones de Euros hasta finales de enero.

Pues bien, si relacionamos sólo el dinero que el gobierno está autorizado a gastar –y que gastará- en la compra de activos financieros a los bancos -30.000.000.000 de Euros, con los cuarenta y seis millones de españoles que somos (46.000.000), descubrimos que si el dinero se repartiese entre todos los españoles, nos tocaría percibir 652 millones de Euros a cada uno de nosotros; para comprender mejor la enormidad de la cifra: más de cien mil millones de las antiguas pesetas (100.000.000.000.-Ptas) por cabeza. ¿No sería una forma radical de resolver la crisis? ¡Seríamos todos inmensamente ricos!

En fin, seguro que esa solución del reparto no serviría. Me da pereza pensar por qué no serviría, pero seguro que es así, no nos hagamos ilusiones. Pero esa sencilla reflexión que, a modo de curiosidad estadística, se hace en este correo que comento, me sugiere otra reflexión bastante menos graciosa: dado que las cifras son correctas, de forma indirecta, pero científica en cierto modo, se está perfilando el tamaño de esa misteriosa burbuja financiera de la que tanto se habla. Y el tamaño es éste: la burbuja pinchada es a la burbuja inflada, lo que el patrimonio medio de cada español es a 652 millones de Euros. ¡Toma castaña!

Así que… buenas noches, ¡y buena suerte!

Va, es sólo una broma, un pensamiento detestable y carente de todo rigor. Para demostrarlo, despediré la entrada con una insustancial noticia social: he escuchado en la radio que esta tarde ha nacido en Madrid el Nieto de Dios. Así es, el Mismísimo (no confundir con el Altísimo, que éste seguro no lo será), hijo del Kun Agüero y nieto de Diego Armando Maradona. Menuda presión para el pobre chaval, como luego resulte ser un tuercebotas…

5 comentarios:

Roberto dijo...

Perdón... los cocientes son erróneos.
El primero me da con mi humilde calculadora en pantalla 104 dólares.
Debe ocurrir que alguien interpretó mal los billones o los trillones de Estados Unidos escritos en letras porque lo que escribes en números es lo correcto.
Saludos desde Buenos Aires.

Víctor dijo...

JAJAJA, Roberto tienes toda la razón, vaya metedura de pata... y eso que había repasado los números.. ¿y ahora qué hago, borro la entrada? ¿o la que dejo aquí puesta para que todo el mundo vea lo burro que soy?...
Gracias por el aviso

Roberto dijo...

Pues no sé, Víctor.
He notado que cada uno de los amigos con blog tiene una política distinta sobre ese tema.
Lo que hagas estará bien.
Saludos.

Myriam dijo...

Te comprendo Víctor, mira, yo cuando escribo algun numerito en el blog ya lo hago con un cierto temor de que Roberto me ponga en evidencia con algun error que se me haya escapado.

Y es que Roberto es un buenazo con los números y hay que darle todo el crédito en eso. Como dicen "Al César lo que es del César" y adios... que les vaya bien.

Víctor dijo...

jeje, me ha gustado esa última frase Myriam, voy a intentar colocársela a alguien hoy mismo..:)

Bueno, en realidad me he puesto en evidencia yo solito... mi problema es que me gustan mucho las ciencias, pero dejé demasiado pronto las matemáticas.

Para esta entrada comprobé que todos los datos eran correctos, y por supuesto repetí las operaciones con una calculadora... dividí 700.000.000.000 entre 6.700.000.000 y me salió 104... lo que me pasó es algo que a los científicos os costará entender, que es lo siguiente: si divido una burrada de millones entre otra burrada de millones, la unidad del cociente tienen que ser necesariamente ¡los millones!. En fin... Y como no tengo base matemática, no advertí que el resultado no podía estar bien de ningún modo, que fue probablemente lo que detectó Roberto al instante.