domingo, 21 de junio de 2009

Mozart: Requiem (Lacrimosa)



Dedicado a mi tía-abuela, que murió ayer. De niño mantenía con ella una relación un poco tensa, porque era una persona con un fuerte carácter y poco cariñosa (al menos así me lo parecía a mi). Y yo tampoco era muy distinto, para que vamos a engañarnos. Como hemos vivido siempre muy alejados, no coincidía con ella muy a menudo. Pero hace un tiempo tuve la oportunidad de vivir casi dos años cerca de ella, y aproveché para visitarla alguna vez; el tiempo nos había suavizado bastante a los dos, y nos reimos recordando nuestras antiguas trifulcas. En este último año su salud había empeorado, y probablemente no estuviera disfrutando ya mucho de la vida. Como era monja habrá ido al cielo, y estará allí más a gusto.

Y hablando de la música, el Requiem de Mozart es una de mis obras preferidas dentro de la música clásica. Como comentábamos hace algunas semanas, no parece un trabajo salido de la mano humana.

8 comentarios:

Levemente dijo...

¡Son tantas las melodías que no parecen de origen humano! De hecho es la música, lo que fundamentalmente me reconcilia con mi especie cuando ciertas actuaciones casi me hacen renegar de ella.

Qué bueno que el tiempo suavizara las asperezas entre tu tía abuela y tú. Siempre es mucho mejor para los que marchan, y para los que quedan, ir ligeritos de equipaje.

Un saludo.

Víctor dijo...

Bienvenida por aquí Levemente, y gracias por tu comentario.
Pues sí, está claro que la música tiene algo de especial dentro de las obras humanas... quizás sea por su naturaleza inmaterial, porque más que comprenderla (como la literatura, la pintura...) parece que la sientes. Y como nos afecta sin saber muy bien cómo lo hace, nos parece magia -y magos, o brujos, los compositores-
Tengo que dedicarle más tiempo a la música en este blog...
Un saludo.

Myriam dijo...

Mis condolencias Víctor. Yo tuve una experiencia algo semejante con mi abuelita y lo importante es darse cuenta al paso de los años que lo que importa es estar en paz con la gente en todo momento porque uno nunca sabe en que momento uno u otro se adelantará en el camino.

Ánimo y espero que tu familia pronto se reponga de esta pérdida.

Saludines! :P

Clara dijo...

Me ha gustado mucho la entrada, la música y la dedicatoria. Inevitablemente se me han saltado unas lagrimillas. El réquiem es sobrecogedor.

Me alegro de haberla conocido y de haber compartido el momento de la "reconciliación". Realmente disfruté de esos momentos.

Un besito para ella.

Roberto dijo...

Víctor, espero que te sientas acompañado en este momento por tus amigos lejanos. Te envío mis condolencias y un abrazo desde Buenos Aires.

Víctor dijo...

Gracias a todos... yo no lo llamaría "reconciliación" porque nunca nos tuvimos ningún resentimiento, en absoluto.. simplemente no congeniábamos, y fue bonito hacerlo al final.
Y aunque me da pena que haya fallecido, lo cierto es que cuando una persona llega a los 92 años ya está preparada, tanto ella como quienes la rodean, para ese acontecimiento. Casi impacta más que resulta la enésima confirmación de que todos, incluso uno mismo, seguiremos ese camino..

Paloma dijo...

Es muy bonita tu entrada y un buen homenaje a tu tía-abuela. Un beso.

Víctor dijo...

Gracias Paloma, otro para ti (sin que sirva de precedente)