viernes, 20 de marzo de 2009

Ángeles sobre columnas

Al ver la columna con el “Ángel de la Independencia” que aparece en una de las fotos que me (nos) envió Myriam desde México, he recordado un monumento casi idéntico que vimos el otoño pasado en Berlín. Investigando esa semejanza en internet, he descubierto que existen tres columnas conmemorativas en el mundo con un ángel subido encima. Puede que no sea un dato demasiado relevante, pero para una simple entrada de blog debe valer, ¿no?

La primera, por orden cronológico de construcción, es la Columna de Alexander en San Petersburgo (Rusia). Se terminó en el año 1834. Aquí pongo una foto del fuste, y otra del ángel (la primera es mía, y la segunda de la wikipedia). El edificio que se ve al fondo es el Palacio de Invierno, actualmente Museo del Hermitage.


La segunda es la Columna de la Victoria en Berlín, terminada en 1874. Su ángel sale, según la wikipedia, en aquella película alemana tan rara, “Cielo sobre Berlín” de Wim Wenders… (la vi en el cine en su día pero no la comprendí del todo, tendré que volver a verla para entenderla bien y, de paso, para redescubrir el ángel). Otro par de fotos, de la columna completa y la figura:


Y la tercera es la Columna de la Independencia de México, que fue terminada en el año 1910 para celebrar el centenario del día en que se separaron de nosotros. El parecido de este monumento con el de Berlín resulta verdaderamente sorprendente (se detecta algo más que una mera inspiración…). El fuste puede verse en la foto de Myriam de hace dos entradas, y para la comparación del ángel traigo una foto más próxima de la wikipedia. Salvo por la ausencia del báculo en la mano izquierda, esta figura y la berlinesa son prácticamente iguales

Eso sí, reluce que es un gusto...

11 comentarios:

Unknown dijo...

Estimado Víctor: Por mi cercanía con la Ciudad de Córdoba
te comento que allí hay otro monumento en forma de columna, culminada no ya por un ángel, sino por un árcangel: San Rafael.
Localizo en internet algunos datos:
"Fue construido por el escultor Miguel Verdiguier, en acción de gracias por haber librado a la ciudad de un gran terremoto. La estatua está sobre un pedestal almohadillado rodeado de columnas que emergen de un castillo y éste, a su vez, de un monte con imágenes de santas. Todo el monumento está adornado con figuras de animales y representaciones de la riqueza del suelo cordobés."

No te puedo mandar la foto, sí puedes verla en el enlace
http://www.sol.com/images/CÓRDOBA/Monumentos/Córdoba-Triunfo%20de%20San%20Rafael01p.jpg

Córdoba de una ciudad preciosa, plagada de monumentos y de enclaves encantadores. Merece la pena visitarla (seguro que con lo que te mueves ya habrás estado por allí).

Saludos.

Myriam dijo...

¡Seguro Civilis! a Víctor mejor hay que preguntarle en donde NO ha estado.

¿Ves Víctor? y mira que yo no me puse de acuerdo con él y llegamos a una muy parecida conclusión: Viajas más que un mismísimo Secretario de Relaciones Exteriores jejeje.

Myriam dijo...

Respecto a lo de tu entrada debo decirte que se me hace muy buena la comparación que haces de las tres columnas, por eso me mtí a la wikipedia y encontré este interesante dato:

"Este monumento (el de México) está inspirado en un proyecto para rendir homenaje a los héroes de la independencia... inspirándose además en algunas famosas columnas del mundo como la de Trajano en Roma, la de la Plaza Vendome de París y la Alejandro en San Petesburgo (justo como tu lo mencionaste). Todas esas columnas fueron levantadas para conmemorar, el triunfo de un ideal en sus países respectivos".

Esta columna fue mandada hacer a petición de uno de los presidentes más polémicos que ha habido en México: Pofirio Díaz el cual estuvo ¡30 años en el poder! e inció bien su gobierno pero al final prácticamente era una dictadura. Lo curioso de este hombre es que se distinguió por haber remarcado durante su época la diferencia entre clases sociales, es decir, los que eran pobres realmente eran MUY pobres y los ricos eran realmente ostentosos con sus lujos, él de distinguó por ser un hombre muy "afrancesado" y quizá por ello su tendencia a imitar algunos otros monumentos de Europa.

En lo personal me parece que has acertado con tu entrada, a mi me gustó mucho y si el Angel de México brilla tanto es porque recientemente lo han restaurado e incluso arreglado sus cimientos pues, como quizás muchos sepan, la Ciudad de México es un lugar que se está "sumiendo" y muchos edificios viejos ya llevan algunos centímetros, casi metros o más de hundimiento, es algo interesante, quizás algún día vaya a tomar fotos al centro y haga un reportaje de eso.

Bueno, pues ya me emocioné con el tema pero aquí le corto. Excelente entrada.

Roberto dijo...

Hola, un comentario sobre la película. Por estas tierras (Argentina se llamó las alas del deseo) y yo también debería verla nuevamente; sobretodo después de la caída del muro y los años que han pasado (nunca entendí para que lado pateaba [-ayudaba-] el juego de color-blanco-negro que hacía el director.
Los ángeles en la película, miraban el mundo desde una cornisa, ¡por lo menos tenían más lugar que sobre la columna!
Saludos rev

Víctor dijo...

Hola Civilis y Myriam: la columna de Trajano y la de la plaza Vendome se parecen mucho a las que salen en esta entrada, pero no tienen un ángel encima, así que no entrarían en esta extraña y peculiar categoría que me he sacado de la manga... he dictaminado que el ángel sea elemento esencial :)
La columna de Córdoba no la conocía, y aunque no se parece mucho físicamente a las otras, la podríamos incluir en la categoría. Así que serían cuatro, por el momento...
Conozco Córdoba, pero me había pasado desapercibida esa columna... y es que, como dice Civilis, Córdoba tiene monumentos mucho más importantes que visitar..
Y Myriam, no dejes de poner en tu blog ese reportaje sobre los cimientos de México, promete ser interesante.

Víctor dijo...

Hola RobertoV, y bienvenido al blog... creo que mi problema fue que era la primera película "rara" que veía, y me resultó por eso un poco chocante... hoy en día pienso que la entendería mejor.
De todas formas, pienso que cuando no entiendes bien una película, es porque existe algún problema con ella: el cine es, o debe ser, un proceso de comunicación con el espectador, y no una mera excusa para el director de turno se desahogue con los pobres espectadores de sus psicodramas personales.
Saludos

Roberto dijo...

Estoy en todo de acuerdo con tus dichos. Pero hago unos comentarios
Hace mucho había leído un reportaje a Pasolini (Pier Paolo), en el cual él afirmaba que el cine tenia una manera de decodificación como la vida real.
Creo entender que se refiere a que en el cine, el director requiere de un menor grado de complicidad con el espectador que, por ejemplo en el teatro, para desarrollar su argumento; y que explota esto para hacer intervenir en mayor medida la experiencia personal de éste último. No soy entendido en cine, y es más hace años que no voy a ver una película, pero creo que a fines del siglo pasado hubo una tendencia a querer mostrar la realidad buscando una complicidad más activa de parte del espectador.
También está el tema que el director intenta mostrarnos la realidad de otra manera presuponiendo que contamos con los códigos necesarios para su interpretación. Me explico mejor con un ejemplo de este mismo blog:
Veamos la foto #8 de tu entrada: Parque “Quinta de los Molinos”, la realidad "objetiva" no es ni por las tapas lo que refleja la foto, el artista (vos), técnica mediante, la modificó para que el espectador (yo) se concentre en la mujer (muy bonita por cierto), o en la foto #3 la cual me dice ¡olvídate de todo el entorno, disfruta de la belleza de las flores del almendro! y que, estoy seguro, fue tu intensión. Si esto ocurre en una fotografía, pensemos que sería en 130 min de una película, que tiene 24x130x60=187200 fotogramas!
Ahora bien, el uso de esta técnica (mandar información codificada de la realidad) no puede requerir del espectador que haya asistido a las horas y horas de reuniones terapéuticas del director, como para que puede entender los “rollos” que tiene en la cabeza. Evidente mente prefiero un cine “más lineal” y por ello directores como Bergman o Fassbinder no son ángeles de mi devoción.

Dos cositas más: he estado pensando si en Bs As hay una estatua como la de esta entrada, pero no encontré nada, tal vez Roberto que es más observador que yo la conozca le voy a preguntar para que nos lo comente. El la entrada de “Parque Quinta de los Molinos, había puesto un comentario, ¿se perdió?

Saludos y nos leemos.

Víctor dijo...

Hola RobertoV. Tienes razón, en mi comentario anterior planteaba el asunto de forma demasiado simple. Totalmente de acuerdo con que existe (en el cine y en otras artes) un proceso de codificación (por el director) y de decodifiación (por el espectador). Y que muchas veces es justamente esa actividad la que te hace disfrutar de la película. Pero si el código resulta demasiado hermético y no te dan las claves necesarias (como creo que ocurría en la película de la que hablamos), la película se puede volver inaguantable. Es tremendamente sencillo crear una película indescifrable, y más de un director lo hará conscientemente, sabiendo que mucha gente, por temor a confesar que no la han comprendido, darán como única explicación que el director es un genio... lo bonito, y lo complicado, es que te planteen un reto difícil, pero superable: eso es un proceso de comunicación verdadero. Es lo mismo que dices tú, en definitiva.
No sé por qué no salió tu comentario en la entrada, quizás por algo que ya me han dicho dos personas: si se trata de un comentario largo, la palabra que debes escribir como contraseña caduca, y tienes que repetir el intento con otra palabra que te sale. En esos casos, si das por bueno el primer intento y sales de la página sin repetir la segunda, se pierde el comentario y no sale publicado.
Saludos

Roberto dijo...

Si, Víctor, estamos pensando lo mismo. La hice larga para asegurarme de ello. En cuanto al tema del comentario tendré más cuidado para ver si ocurre nuevamente.
Saludos.

Levemente dijo...

En cambio yo he visto muchas, pero muuuuuuuchas pelis “raras”. Algunas no las entendí y casi ni sentí porque no era “mi momento”. O porque sencillamente no conecto con el director o el tipo de cine. O no lo hace él conmigo. Me sucede, por ejemplo, con el movimiento llamado “Dogma”. Se me atraviesa tanto el reconocidísimo Lars Von Trier como el resto que lo conforman. Y es que opino que cada mente es un mundo y no siempre está en el mismo “punto”. En concreto la factoría dogma me resulta un poco “personalmente neurótica”. Mi no comprenderla porque mi no estar en la cabeza del realizador... Y ni falta que hace... Ni ganas.

Pero “El cielo sobre Berlín”... ¡mmmmm... es una de mis pelis por excelencia! Y basta sólo ese impreciso color en que fue rodada... esa fusión de voces celestiales con pensamientos humanos, para que la goce en cada visionado. Además es una historia... “abierta”. Da pie a mucho juego y nunca es igual.

Lo comentado no significa que no pueda disfrutar, un montón, con una megataquillera comedia norteamericana, aunque no es lo habitual. Pero... ¡Paco Martínez Soria me encanta!, ñoñería moralista incluida. ¡Menuda confesión acabo de hacer!

Víctor dijo...

Buá Leve, Paco Martínez Soria es un crack... Pepe, vente pa'Alemania (¿o esa era de Landa?). En fin, o tempora, o mores..
No conocía lo del movimiento "Dogma", tendré que informarme... no es lo mismo que la productora "Troma" y el Toxic Avenger, ¿no? jeje
Y, hablando ya en serio, sobre "Cielo sobre Berlín"... definitivamente tengo que volver a verla; la vi en el cine cuando salió y no la entendí, seguramente fuera yo demasiado joven.
También es verdad que no suelo ir a ver películas "raras" (por llamarlas de algún modo), y para mi fue una novedad... supongo que también esto se aprende, como a todo, y que si tienes la costumbre de ir a ver esas pelis, tendrás cogido el "chip" (o los "códigos" de los que hablábamos más arriba) para descifrarlas..