martes, 7 de julio de 2009

La Presentación del Superniñato

En la tradición judeocristiana de la que formamos parte (seamos o no creyentes, eso es accesorio) se celebra, en ocasiones excepcionales, un acto de Presentación… el acto por el cual una Persona –necesariamente un Ser Superior- es presentada a la plebe, para que ésta le rinda la pleitesía y adoración que aquélla merecen.

De tales ocasiones habla la Biblia que nos enseñaban en el colegio, y el arte nos ha permitido conservarlas en nuestra maltrecha memoria.

La primera Presentación de la que se tiene noticia ocurrió muy a principios del año primero, aproximadamente en el minuto primero, y fue organizada por una pareja de jóvenes llamados María y José. Presentaron a su hijo (perdón, a Su Hijo) a los pastores, y éstos Le adoraron.

La Adoración de los Pastores. El Greco.

Pocos días después días después llegaron al pesebre los Reyes Magos de Oriente; antes de entregar sus regalos, el Niño les fue presentado, y también ellos Le adoraron.

La Adoración de los Reyes. Velázquez.

A los cuarenta de días de Su nacimiento, el mismo Niño del que venimos hablando fue presentado por sus padres en el Templo. En este caso no formaba parte de los planes que fuese adorado, sino que, por el contrario, se pretendía anunciar a la comunidad religiosa la incorporación de un nuevo miembro, e integrarle al rebaño como uno más; pero un sabio, Simeón, advirtió que se trataba de un Ser Superior, e igualmente Le adoró. Y ya era la tercera vez que ocurría.

La Presentación de Jesús en el Templo. Fray Bartolomeo.

Parecía que a la tercera había sido la vencida. Desde ese lejano día en el Templo, ha pasado mucho tiempo; han nacido y fallecido reyes, han comenzado y terminado guerras, han surgido y sucumbido Imperios, ha llovido a mares… pero nada había ocurrido nunca que justificase la celebración de una Presentación.

Pues bien, ha llegado ese día largamente esperado por la Humanidad. Dos mil nueve años después de la tercera, hemos sido testigos de la Cuarta Presentación en la historia de nuestra civilización. Señora, ha llegado a su ciudad… el Golden Boy de los 96 millones de Euros, la obra cumbre de la especie humana… hoy día 6 de julio de 2009, en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid, ha sido presentado… ¡el Superniñato!

Qué tardes nos esperan, madre de mi vida… esos gestos farrucos cuando se dispone a lanzar una falta; esos morritos que me pone cuando un entrenador suicida pretende cambiarle; esa magnífica representación de lo que duele una puñalada en la espalda cada vez que recibe una inofensiva patadita en la espinilla; esas desapariciones misteriosas en las grandes finales… en fin, esa fatuidad insoportable, ¡y durante seis años!

Debo confesar que soy, o he sido, “del Real Madrid”; y en tiempos, bastante fanático. En mi descargo diré que, de niño, en la época en la que empezó a interesarme el fútbol, vivía por temporadas muy cerca del Bernabéu, por lo que la elección del Real Madrid como equipo “de mis amores” fue algo natural… era el equipo del barrio.

Cuando llegó el tal Florentino por primera vez y empezó con la historia de los galácticos, me escamó mucho el asunto… como por entonces estuve una temporada viviendo en Barcelona, y me gusta experimentar nuevas sensaciones, aproveché para hacerme un pelín azulgrana. De vuelta en Madrid, recuperé mi antiguo hábito blanco, aunque estaba ya bastante raído; pero no ha vuelto a ser lo mismo: ahora que el amigo Floren ha vuelto con toda su furia, me importa mucho menos lo que hace; básicamente, porque ya me da igual.

En realidad, ha sido el propio fútbol el que me ha dejado de gustar; me empezó a entusiasmar siendo muy niño, en el colegio, antes de saber que se podía ver en la televisión y antes de comprobar con mis propios ojos que unos señores mayores también se desollaban las rodillas contra el suelo; solía formar parte de cada “selección” que se organizase en clase para participar en los torneos del colegio, y, en alguna ocasión, hasta en la propia selección del colegio.

Es forzoso reconocer que el fútbol tiene un nulo interés estético (hablo como Valdano, jeje..). En otras palabras, que es un deporte muy simple, que no requiere una excesiva técnica para practicarlo, y que cualquier tarugo puede jugar aceptablemente bien a poco que lo intente. Todo lo cual constituye su virtud principal, pues hace posible que nos aficionemos de una forma activa al deporte (primero en el patio del colegio, y luego con las típicas “pachangas” entre amigos), y así nos identifiquemos luego con los futbolistas de la tele; y, en el plano profesional, la igualdad que deriva de esa simplicidad garantiza la incertidumbre de los resultados, elemento esencial del espectáculo.

La clave de ese espectáculo futbolístico no radica, por lo tanto, en la estética, sino en algo completamente distinto: en que hace nacer en torno al equipo un sentimiento de pertenencia a un grupo, a una tribu; sentimiento éste que, además, puede desarrollarse en toda su plenitud gracias al elemento de la competición.

El fútbol nos permite integrarnos en una tribu, y, como parte de la tribu, aniquilar a la tribu adversaria (conocida también como “esos cabrones”). No somos de un equipo porque juegue bien, sino porque mediante las victorias de “nuestro equipo”, nuestra tribu (¡y con ella cada uno de nosotros, por pequeños que seamos!), machaca sin piedad a la tribu adversaria (¡y con ella a todos sus integrantes, por grandes que sean!). Unga, unga.

A medida que he sido consciente de que era ésta, y no otra, la naturaleza esencial del fútbol, me ha dejado de gustar; pues guardo una cierta prevención hacia los movimientos tribales, o colectivos, mientras no me demuestren con hechos –y no con palabras o construcciones teóricas- su bondad. Y el fútbol no lo ha hecho.

¿Y a cuento de qué hablo aquí, un ex-futbolero, de la Presentación de Cristiano, Cuarta de la Cristiandad? Pues porque me apetece dar mi opinión sobre el debate que se ha generado en torno a la misma.

Se ha levantado un gran revuelo con el fichaje del Superniñato por el asunto de los 96 millones de Euros, por considerarse que “era mucho dinero”. Todo el mundo que en estas semanas ha tenido un micrófono en la boca, ha dicho lo mismo: que era muy caro, que “no le parecía bien”, etc...

Pero esa crítica económica carece de fundamento. El término “caro” debe vincularse a la rentabilidad del activo, nada más. El Real Madrid ingresa al año 400 millones de Euros, por lo que es muy factible que en los seis años de contrato amortice sin dificultad ese gasto, y todavía le sobra uno (basta con que los ingresos del club aumenten, por razón del fichaje, sólo un 5%, para que pueda amortizarlo incluso sin necesidad de reducir los gastos). Lo más probable es que el club gane dinero con el fichaje, por lo que éste habrá resultado en realidad barato. Y si lo pierde, es su problema, al tratarse de una entidad privada (y en tal caso, espero que no venga luego el gobierno de turno a “rescatarle” con dinero público, naturalmente).

Tampoco me parece congruente criticar el gasto del fichaje estableciendo una relación entre su importe y el hambre en el mundo, como igualmente se ha hecho… pues si realmente queremos luchar contra la pobreza, lo que debería hacerse (y yo votaría por ello) es suprimir la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y destinar un importe equivalente a los presupuestos de todos los equipos que la integran, a combatir el hambre… se podría plantear la pregunta diabólica ¿qué vale más, la vida de un niño o la vida de la LFP?... aunque eso no sería tan políticamente correcto, ni rentable, como hablar sólo del fichaje del Superniñato...

En fin, lo que quiero decir es que el verdadero problema de la filosofía que está detrás de la Presentación de hoy no es el económico, sino el deportivo.

Y me tengo que poner ahora en el pellejo de un verdadero aficionado al fútbol, de alguien “que sienta los colores de la camiseta”... Ya con la bufanda en el cuello, y con la cara pintada de blanco, proclamo a gritos lo siguiente: ¡¡a mí no me interesa el qué, sino el cómo!! ¡¡No quiero COMPRAR la Copa de Europa (parezco un abuelo, jeje, me refiero a la Copa de la Liga de Campeones)!! ¡¡Si la quisiera comprar, me iría a una tienda de trofeos y me la venderían por cuatro duros!! ¡¡Lo que quiero es GANARLA con los cuatro mataos de la Ciudad Deportiva!! ¡¡Quiero que mi tribu demuestre que es la mejor por si misma, sin necesidad de contratar a mercenariooooooos!! ¡¡Y sobre todo, no quiero que todo el planeta descubra, cuando hayamos contratado a los “mejores” jugadores y de nuevo no ganemos nada, que lo que verdaderamente falla es el club: que ha vendido su alma al diablo, y sólo ha conservado una carcasa podridaaaaaaaa!!

Esto es como si te presentas a un concurso de pintura, y, en lugar de pintar tú el cuadro, te gastas todo el dinero que tienes en contratar a un Diego Velázquez para que lo haga por ti… es probable –en el fútbol, ni siquiera seguro- que te lleves el primer premio… pero, ¿y qué? ¿Significa eso que tienes mucho talento y pintas muy bien, o sólo que tienes mucho dinero?

Además, están jugando con fuego, y un día se van a quemar… A la empresa Adidas, que facilita la ropa al equipo y paga por ello, según parece, 30 millones de Euros, le piden ahora 60 millones por vestir a los “nuevos galácticos”… ¿No se arriesgan a que Adidas –que con esta crisis estará interesada en reducir sus gastos- deje de patrocinar al equipo, e intente justificarse manifestando públicamente algo tan simple como que “ellos creen en el deporte verdadero”? También está feo que, para fichar a los futbolistas de otros equipos, les inciten a enfrentarse con su club, como pasó con el propio Superniñato, o está pasando estos días con Ribéry, del Bayern.. ¿No saben que existe una figura, en la legislación sobre competencia desleal, que se llama inducción a la infracción contractual? Un día les puede caer un buen paquete… Por no hablar del día en el que, tras haber pactado todos los salarios de los jugadores en importes netos, se suprima el régimen fiscal especial de los profesionales extranjeros en España… ese día va a llegar el rechinar de dientes… ¿Quizás Super Floren lo tiene todo previsto?.. vete a saber.

O quizás es que, simplemente, estoy equivocado y no he entendido nada de nada. Por de pronto, mientras estoy aquí escribiendo estas líneas, estarán saliendo del estadio las 90.000 personas que, entusiasmadas, han acudido esta tarde a La Adoración del Becerro de Oro...

11 comentarios:

Levemente dijo...

Al principio, mientras leía esta entrada, pensaba que el escrito se referiría al “bautismo”, por lo que estaba presta y dispuesta a desarrollar toda una disertación al respecto sobre la coherencia –o no- del asunto y de si verdaderamente era conveniente “administrar el sacramiento” en cuestión a una criatura cuando esta no se entera ni poco, ni mucho, ni na’... de qué va la historia (¡viva la libertad!... lo apunto con respeto para los fervientes creyentes, conste). Naturalmente pensaba dar caña respecto a aquello de ganar... “adeptos” porque sí, particularmente a edades tan tempranas.

Pero mira por donde resulta que los derroteros iban por otros caminos. Si ya lo dice un refrán: “nunca te acostarás sin haber aprendido algo más”.

Por lo demás... plas, plas, plas por tu escrito. Eres el M. Night Shyamalan (dire de “El sexto sentido”... el Alejandro Amenábar (dire de “Los otros”...) del mundo bloguero... ¡qué giro, mare qué giro has dao’!

Y por favor... un respeto al mundo de los “Super”... ya sean niñatos, niñatas, estadios, womans, mens... etc, etc, etc.

Ale... con dios. ¿O es Dios?

Fdo: la “antifurbito” ¡Superleve!... no en acción sino en descanso, en este particular.

Pd. Para mí no existen sino Melchora, Gaspara y Baltasara... ¡de verdad de la verdadera! ¿Seré más “pecadora” por ello?

Pd.2. Si se está adorando a un nuevo becerro... ¿hemos de vitorear a Sodomoa y Gomorra?

Pd.3. Estoy de un preguntón que...

Myriam dijo...

Como vi que ahora si te habías inspirado largamente en tu entrada me esperé a tener un rato más tranquilo para poder concentrarme y entender toda la teoría religiosa de la que estabas hablando pero ¡cómo me he reido después!, primero porque tienes toda la razón con lo de ese sentimiento de "pertenencia" a la tribu y luego por todas las vivencias futbolísticas de las que hablas.

Está de más que repita que en México la situación con la selección mexicana es de decepción tras decepción, sin embargo siempre tratan de convencernos que seamos pratiotas y solidarios y "nos pongamos la verde" (o sea la camiseta) y apoyemos al equipo y con el famoso grito de ¡vamos muchachooos! con el cual mas bien parece que nos alientan a nosotros a no desfallecer y no a los ya muy forrados de billetes jugadorcitos que tenemos (¿lo ven? ya dije "tenemos").

Bendito Dios salí mujer y no tengo ni tuve nunca en mis genes esa tendencia a andar pateando el balon desde muy tierna edad... pero tengo un padre y un hermano que no tuvieron tanta suerte con eso, de hecho en estos últimos tiempos yo he visto como la afición de mi papá por el futbol ha ido creciendo y ha empezado a atentar contra la armonía familiar por ejemplo al dejarnos a todos cenando mientras el se va a su cuarto "a ver el partido", o que de plano aparta "la tele grande" para una cierta hora fija, o ya lo peor que es que saca la tele al patio que da hacia las ventanas de todos los cuartos de la casa y le sube todo el volumen que es capaz de aguantar, obviamente, haciendonos pasar algo así como dos horas de paliza auditiva que no les cuento.

O sea, lo estoy sufiendo. Y la pregunta es la misma ¿para que tanto tiempo y dinero tirado si al final los resultados siempre son de malos a mediocres? hace poco trajeron a un entrenador sueco, un tal Ericson (no se si se escriba así), vino, hizo la finta de que hacía algo por la selección, y como seguían perdiendo le dieron las gracias pero eso si, le aseguraron ya la vida por un rato, gastaron millones y nada.

Y como bien dices, lo importante no es que vengan algunos pelagatos de otros países a "levantar al equipo" sino que aquí mismo (o allá dependiendo de la selección de quien estemos hablando) se produzcan los elementos calificados para sobresalir. Tienes toda la boca de razón al decir eso pero yo no se como los dueños y directivos de los equipos no lo toman en cuenta, eso realmente nos haría sentir más orgullosos.

En fin, hay mucho que platicar al respecto pero mejor me quedo con la gracia que me hizo el mote que les pusiste "a los de la tribu adversaria" jajaja, buenísimo.

Y por cierto, cuéntame que opinión te despierta Hugo Sánchez, porque acá es como un ídolo del ayer que nunca más se ha vuelto a repetir.

Víctor dijo...

jeje Leve, así que ya te estabas preparando para soltar herejías por esos dedos, ¿eh?... ¡se te hacían los dedos huéspedes!... tendré en cuenta esta actitud tuya para no darte demasiado pie, jaja.
Además, ahora que está naciendo esta novedosa religión civil (por lo del bautismo civil, lo digo) la cosa se va a poner peor... antes decir una inconveniencia te podía costar un capón del cura, pero dentro de poco te impondrán algún trabajo social, o te mandarán directamente ¡a la trena!

Baltasara conocí yo una, era una señora mayor, y se llamaba Sara..

Mejor no mirar a Sodoma y Gomorra para nada, ya sabes, la sal pica mucho en la piel.. imagínate así estatuída

Víctor dijo...

Myriam, muy bueno eso de que no desfallezca la afición con el ¡vamos muchachos!, jajaja..
Estoy de acuerdo con todo lo que dices, menos con eso de que Dios te haya hecho un favor haciéndote mujer y evitándote así los genes futboleros... no te creas que es mala cosa olvidarte de todos los problemas del mundo pateando un balón o mirando como otros lo patean.. es una clara ventaja evolutiva.

Tema Hugo Sánchez. Como sabes, jugó muchos años en el Real Madrid; yo le vi jugar mucho por TV y a veces en el estadio. Fue probablemente el mejor rematador que ha existido. No sabía regatear, y en el centro del campo era una nulidad, pero pelota que enganchaba en el área, pelota que metía en la portería. Metía goles porque se colocaba muy bien (era muy inteligente), y tenía una técnica magnífica para rematar. Era muy profesional, se cuidaba mucho y nunca tuvo lesiones. También era un jugador muy sucio y antideportivo... escupía a los defensas contrarios, insultaba a los porteros para descentrarlos, y pegaba patadas a traición. Terminaba sacando de quicio al equipo contrario, y de eso se beneficiaba su propio equipo. En sus declaraciones era muy engreído y se creía el centro del universo. En resumen, era un jugador muy bueno al que querías tener de tu parte, y nunca en el lado contrario.
Por su lado antideportivo, no fue un jugador muy querido por los aficionados de los demás equipos de España; y, pienso que por la misma razón, tampoco la afición del Real Madrid le tenía un verdadero cariño (le quería, pero por un puro interés).
Esta temporada ha estado de entrenador en un equipo medio de la liga española y lo ha hecho bastante bien.
Eso es lo que puedo decirte de Hugo. No le tendría entre mis amigos, pero si yo fuera un entrenador y tuviera que ganar un partido a vida o muerte, le pondría en mi equipo de delantero centro.
Para compensar las cosas malas que te he dicho de Hugo, te diré que un mexicano que me cae muy bien es Javier Aguirre... ha estado varios años en Madrid, entrenando al Atlético, y aunque al final le han echado (a mi juicio injustamente, pues había sacado del equipo el máximo provecho que se podía sacar) me ha parecido uno de los tipos más serios y más decentes que han pasado por el fútbol español en muchos años.

Myriam dijo...
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Myriam dijo...

Repecto al famoso grito de ¡vamos muchachooos! que te hizo gracia debo decirte que es real :) hay un narrador de partidos muy conocido al que le apodan "el perro Bermúdez" que es el que ha hecho famosas algunas frases futboleras como esa ampliamente utilizadas por la afición mexicana.

Sobre lo de Hugo Sánchez he de comentarte que acá también tiene fama de ser muy engreído, de hecho llegó a asegurar que si lo ponian de técnico haría que la selección ganara en las olimpiadas... y ya ves que ni a eso llegamos, la selección no clasificó lo cual le costó el puesto, luego vino ese Ericson y luego Javier Aguirre que está ahorita, dicen que es bueno pero recien acaba de despertar polémica por una patada que le metio a un jugador en un partido celebrado a mediados de esta semana, realmente no tenía nada que hacer metiendo su zapatos en la cancha y menos golpeando jugadores del otro equipo.

Y no te sientas mal porque el real madrid de tus amores tenga una mala racha, creeme que peor que la selección mexicana no puede estar.

Víctor dijo...

Myriam, he buscado en youtube la jugada que dices y no me parece que haya sido una patada "alevosa"... no es por defenderle, pero más bien parece que ha sido un gesto instintivo para parar el balón, ¿no?

Myriam dijo...

Pues es que hay mucha polémica al respecto, yo la he visto repetida en la tele desde muchos ángulos y unos dicen que si lo pateó, otros dicen que estaba parando el balón (que estarás de acuerdo que el que tiene que andar parando balones), etc.

La intención que haya sido aún así causó mucha polémica.

Víctor dijo...

Myriam, estamos "online", jeje.. es que Aguirre fue futbolista, seguro que lo hizo porue estaba completamente metido en el partido...
Estoy de acuerdo en que estuvo mal y que merecía la expulsión... pero vamos, me parece que se trata de un error al que no se debe dar mayor importancia una vez terminado el partido. Como decimos aquí, "pelillos a la mar"

Myriam dijo...

Si, ahora si coincidimos :)

Si te fijas bien en el video luego el jugador creo que era de ¿Honduras? le da un empujón a Aguirre, o sea, si sólo hubiera detenido el balón el del otro equipo no lo hubiera agredido, eso es lo que causa rareza.

Myriam dijo...

Ayer en la noche oí una declaración del mismísimo Aguirre diciendo que si se le calentaron los ánimos y que el fue el que cometió la falta, lo han suspendido tres partidos y a ver que tal le va al equipo en los siguientes encuentros pues si ni con entrenador les va bien, imaginemos ahora que será sin el.