Con esta entrada inicio una serie dedicada a Estambul, ciudad que visitamos el pasado mes de abril.
Mi idea inicial al comenzar este blog era la de compartir información con los lectores sobre lugares que visitar, libros que leer, música que escuchar, restaurantes a los que acudir, etc… en fin, información de utilidad para aprovechar al máximo los pocos días que vamos a estar en este valle de lágrimas. Y aquí voy a cumplir con ese objetivo inicial, pues pretendo anunciar a los cuatro vientos que Estambul es una ciudad que debe visitar todo aquél que pueda. Para los lectores americanos supone un destino demasiado lejano, pero para los españoles está a tiro de un vuelo directo de tres horas.
La ciudad me causó una impresión inmejorable. Seguramente llevaba la idea preconcebida de que, fuera de sus monumentos históricos de fama mundial, sería pobre, caótica, e insegura. Pues nada de eso, resultó ser una ciudad muy agradable: modesta –sin ser pobre-, pero limpia y bien cuidada –sin ser Suiza-; no es caótica, pero tiene una vitalidad que, vista desde nuestra Europa mortecina, resulta exótica… asiática.
Hay muchos sitios para comer, y no son malos (ya sé que siempre doy la lata con la comida, pero es que me pierde…). Son muy interesantes los restaurantes puramente turcos, pero tienen el inconveniente de que no sirven alcohol; y claro, comer con agua o Coca-Cola, se hace raro… ¡que ya no tenemos 10 años! Eso sí, hecha la ley (incluso la islámica), hecha la trampa: se permite beber alcohol en bares y cafeterías, de modo que en algunas de éstas, pensadas para los turistas, se sirve comida como en un restaurante cualquiera. Además tienen una cerveza que no es mala, esa “Efes Pilsen” que da nombre al equipo de baloncesto.
Como siempre, sabiendo algo de inglés se vive mejor por ahí fuera. Pero el idioma no constituye un obstáculo insalvable, pues dada la cantidad de españoles que visitan Estambul, en los comercios chapurrean algo de español.
Gran parte del interés de Estambul (que antes fue Constantinopla, y antes Bizancio) radica en su historia; y ésta se ha originado allí, y no en otro lugar, por su singular ubicación geográfica. Sobre la historia de Estambul no voy a hablar -que es muy larga y puede encontrarse en internet sin dificultad- pero sí voy a tratar de describir en esta primera entrada su geografía, para que sirva como referencia de futuras entradas.
La característica fundamental de Estambul es que se encuentra a ambos lados del Bósforo, un estrecho que comunica el Mar Negro con el Már de Mármara –y a través de éste con el Mediterráneo- que mide aproximadamente de 30 Km de largo y 2 Km de ancho, y que separa Europa de Asia. Se trata de la única ciudad del mundo –al menos entre las conocidas- cuyo término municipal se extiende por dos continentes. Es como una de tantas ciudades que están divididas por un río, que separa el barrio tal del barrio cual, sólo que en Estambul un lado del “río” es Europa y el otro es Asia.
En realidad, Europa y Asia comparten una larga frontera terrestre, que discurre en su mayor parte dentro de Rusia. Pero como tal frontera terrestre es arbitraria (esto es, humana), y, según leí alguna vez, hasta objeto de controversia en el tramo que discurre por las confusas repúblicas ex – soviéticas del Cáucaso. También separan Europa y Asia el Mar Negro y el Mar Mediterráneo, pero los mares no constituyen verdaderas fronteras. De forma que el único tramo de la inmensa línea que separa Europa y Asia donde encontramos una frontera natural, resulta ser justamente el Bósforo, y Estambul (para ser exactos hay otro tramo semejante un poco más al sur, el estrecho de los Dardanelos.. y allí estuvo asentada otra ciudad bien conocida, hoy en ruinas: Troya).
Pero, frente a la creencia generalizada, no existe un puente en el centro la ciudad por el que pueda cruzarse a pie de un lado a otro del Bósforo, pues, como antes decía, tiene una anchura respetable (alrededor de 2 Km). Son motivos económicos, naturalmente, los que han impedido que se haya construido hasta ahora uno o varios puentes en ese lugar, de modo que existe un intenso tráfico de transbordadores entre ambas orillas (lo que tiene mucho encanto, al menos para el turista). Sí que existe un puente en la zona norte de la ciudad, pero es un puente de autopista que probablemente no tenga acceso peatonal –y si lo tiene, promete no ser un paseo agradable-
Aquí os pongo una vista general del Bósforo y Estambul:
Ver mapa más grandeY aquí otra más cercana:
Ver mapa más grandeComo podéis ver, el lado izquierdo (Europa) se subdivide en otros dos lados, separados por un brazo de mar llamado “El Cuerno de Oro”. En el lado sur se encuentran los principales monumentos (Santa Sofía, la Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi…, que están todos en el promontorio ese más verde que se ve en el extremo de ese lado sur) y los barrios antiguos (Sultanahmet..); en el lado norte, los barrios modernos (de hace dos o tres siglos), como Galatasaray, Beyoglu, Taksim… Separando ambos lados europeos veréis dos puentes pequeñitos: es el que está más cerca del Bósforo es el puente de Gálata (éste es el puente que se cruza andando), que constituye el verdadero centro de comunicaciones de la ciudad. También se puede ver, arriba a la derecha, el puente de autopista que cruza el Bósforo
Bien, ahora que ya conocéis la disposición de la ciudad, os daré un consejo muy útil: hay que buscarse un hotel que se encuentre cerca de la zona antigua y del puente Gálata. Y eso porque así se pueden hacer todas las visitas andando, está a mano el tranvía que lleva a visitas más lejanas (como el Palacio de Dolmabahce), y estáis también cerca de la principal estación de transbordadores.
Nosotros nos quedamos en uno que estaba en esa zona y que resultó ideal por esos motivos. Se llama Hotel Romance (oooooooooooh) y ahí os dejo el link para que podáis ir haciendo la reserva on-line. Lo reservamos a través de una agencia, pero una vez visto el hotel -y que Turquía parece un país serio-, creo que la reserva por internet es una buena opción. Esta es una foto del hotel:
En resumen, pienso que Estambul es un magnífico destino para visitar, y que puede uno viajar por su cuenta con toda tranquilidad. Aquí os dejo la idea, el viaje ya corre de vuestra cuenta..