domingo, 30 de agosto de 2009

Estambul: el Puente de Gálata

El punto central del Estambul moderno se encuentra (o así me lo pareció a mi) en el Puente de Gálata. Este nombre, “Gálata”, procede de esos mismos “galos” que se peleaban con los romanos (Astérix, Obélix y compañía, ¿remember?), un pueblo celta. Algunos de ellos se desplazaron a lo que ahora es Turquía, y terminaron dando su nombre a un barrio de Estambul (“Gálata”), al puente que comunica con dicho barrio (aquí presente), a un correoso equipo de fútbol (“Galatasaray”), e incluso a una célebre carta (la “Epístola de San Pablo a los Gálatas”).

El Puente de Gálata no es muy largo (unos 500m, a ojo de buen cubero), pero sí bastante ancho (con dos amplias aceras, tres carriles por sentido para el tráfico rodado, más dos vías para el tranvía). Tiene dos niveles: el superior se destina a la circulación, mientras que el inferior está ocupado por restaurantes.

Lo más llamativo del puente es la frenética actividad pesquera que se desarrolla sobre él. Las barandillas de cada lado se encuentran repletas de hombres que pescan con largas cañas unos pececillos birriosos. En las terrazas de los restaurantes ubicados en el nivel inferior se garantiza un entretenido espectáculo de sedales en movimiento, con anzuelos que bajan y peces que suben con cara de sorpresa.

En esta primera foto se puede apreciar la anchura del puente. Y de paso, el interesante contraste entre el presente colorido de una niña pequeña, y el negro destino que le aguarda. Justo en este tramo del puente se encuentra prohibida la pesca, motivo por el que no aparecen los pescadores que antes mencionaba. No es que los turcos sean mucho de respetar las normas (al menos las de tráfico y/o semejantes), pero tampoco serán los primeros interesados en salir despedidos del puente tras el paso de algún barco y comenzar a practicar esquí acuático (modalidad con caña, no olímpica).


Aquí tenemos a los pescadores. En primer plano, uno enredando con el anzuelo. Casi hay que pedirle permiso para atravesar el puente.


Muchos pescadores son auténticos pofesionales. Mirad la parafernalia que gastaba el de la foto siguiente. En la caja blanca están sus capturas (las gambas deben ser cebo), los mismos peces que pescaba todo el mundo. No es que sean atunes, pero son los diminutos responsables de todo ese jaleo… no sé muy bien a qué especie pertenecían, tenían un aspecto parecido a las sardinas pero no eran tan escamosos, ¿podrían ser alevines de jureles?

Aquí se pueden ver los restaurantes del nivel inferior.


En la foto siguiente tenemos dos mezquitas: la de Rustem Paça en primer plano, y la de Suleimán más arriba.


Esta otra foto está tomada desde el puente, hacia el embarcadero adyacente. Ese día había allí atracados una especie de barcos-asadores de pescado (que se bamboleaban escandalosamente, pena que en la foto no se aprecia), que surtían de comida a una muchedumbre que se arremolinaba en torno a ellos.


Resulta difícil decir cuántos hombres habría en el puente pescando… pienso que mil puede ser una cifra aproximada. Y entre ellos, toda digna, había una mujer. Es obligado suponer que bajo esa caperuza alienante, se esconde todo un personaje.


En fin, y aquí termina esta breve historia del Puente de Gálata y sus circunstancias…

sábado, 29 de agosto de 2009

El cuento de un zombi...

Hace dos días, a estas mismas tres horas de la madrugada, andaba yo metido en un cilindro de aluminio, a 11 kilómetros de altura. La temperatura exterior era de 56 grados bajo cero, según afirmación previa del capitán. Hacía ya rato que habíamos dejado atrás la costa de Terranova, y volábamos sobre las aguas heladas del Atlántico Norte. En el interior del avión las luces habían sido apagadas para que durmiese el pasaje, manteniéndose tan solo una tenue iluminación indirecta.

No me podía dormir, como de costumbre. Tenía los ojos abiertos, pero todo estaba oscuro a mi alrededor. La noche que entraba por las ventanillas del avión era completamente negra, amenazadora. Sólo se escuchaba alguna respiración pesada, y el ronroneo constante de los motores. El avión se balanceaba suavemente, como acunándonos, en un movimiento rítmico alterado ocasionalmente por unas leves sacudidas que provocaban un crujido ligerísimo -apenas audible- de la cabina.

A falta de otra cosa que hacer, comencé a estudiar detenidamente los sonidos del avión. Comprendí la importancia que tendría cualquier pequeño cambio que pudiese detectar. Y me imaginé entonces un crujido mayor que los demás, y el instante siguiente en el que me encontraría yo solo, desvalido, en la oscuridad más absoluta, a 56 grados bajo cero, y a 11 kilómetros de altura sobre las negras aguas del Atlántico Norte.

jueves, 27 de agosto de 2009

Zombi al aparato...

Ya estamos de vuelta. Lo malo de salir a pasear por el primer mundo suele ser el reencuentro con la dura realidad española… pero con un poco de paciencia y buena voluntad conseguiré superar la prueba, que para eso estoy vacunado. Eso sí, primero tendré que vencer al odioso jet lag, que me tiene ahora mismo hecho un zombi.... uuuuuuuuuuuuuuuuu

domingo, 23 de agosto de 2009

Una buena cámara

Y ahora estamos en la capital del imperio.

Existe una interesante superfoto de la investidura de Obama, tomada con una cámara que graba con una enorme resolución. Puede ampliarse la imagen hasta que se llegan a ver con nitidez los rasgos de buena parte de las personas que integraban el público asistente... todo un filón para los amantes de las teorías conspiratorias.

El vínculo está aquí.

miércoles, 19 de agosto de 2009

domingo, 16 de agosto de 2009

Carlos Gardel: "Por una cabeza"

Si todo ha ido bien –esto es, si la sonda de marras ha funcionado, si las alas no se han desprendido, si al suicida de turno se le mojó la pólvora accidentalmente en los lavabos…- ya tendremos los pies firmemente asentados en el Nuevo Mundo (the New World, debería decir más bien).

Habremos hecho el viaje inverso a éste que comenzaba aquí.

Me gustan mucho los tangos y Carlos Gardel, vaya eso por delante. Pero no puedo ver la escena a la cual he puesto el vínculo anterior -por lo demás magnífica- sin hacerme una serie de preguntas, que me atrevo a formular públicamente con la esperanza de que no se ofendan demasiado mis queridos lectores argentinos… ¿realmente es necesario que los protagonistas de la escena estén tan cerca? ¿alguien más considera que están demasiado pegados, o son manías mías? ¿no se produce una manifiesta invasión del “espacio interpersonal”?

jueves, 13 de agosto de 2009

Tranvías de Estambul

Se interesaba Civilis hace poco por los tranvías de Estambul. Aquí os muestro los que hay, y, con ellos, algo del ambiente que se disfruta en la ciudad.

Éste primero es el tranvía moderno, circulando frente a Santa Sofía.


Y éste segundo es el tranvía que llaman “nostálgico”. Por su corto recorrido y su limitada capacidad, es más turístico que otra cosa. La calle por la que discurre (Istiklal) se puede equiparar perfectamente a cualquiera de las calles comerciales peatonales que tenemos en muchas ciudades españolas… el Estambul exótico aparecerá próximamente.


Y ahora voy a programar algunas entradas para estos días que estaremos fuera...

martes, 11 de agosto de 2009

De nuevo por aquí...

Ya estoy de vuelta en casa, aunque será por poco tiempo; en un par de días nos vamos de nuevo, y esta vez será al Nuevo Mundo. Me ha gustado mucho comprobar que me puedo ir tranquilo, que dejo el blog en las buenas manos de sus lectores. A ver si tengo tiempo, en estos dos días, para contestar vuestros comentarios, pasarme despacio por vuestros blogs (ya he visto que le habéis estado dando bien a la tecla), y programar alguna entrada –forzosamente breve- que surja de la nada en mi ausencia… si hubiese existido internet en la antigua Grecia, uno de los doce trabajos de Hércules habría sido, sin duda, ¡mantener un blog!

Esta pasada semana he estado en la ciudad que sale en la foto... ¿a alguien le suena? ¿alguien es capaz de identificar la torre del fondo?

sábado, 8 de agosto de 2009

Madness: "Return of the Los Palmas 7"

He dejado esta entrada programada por su relativa relación con la entrada anterior, la cual, en la pura realidad espacio-temporal, he escrito hace sólo cinco minutos. Se trata de un video surrealista de los Madness.... durante los primeros 40 segundos no se oye nada, no hace falta que le aticéis a los pobres altavoces.

Seguiremos informando...


martes, 4 de agosto de 2009

La Palma revisitada...

Los lectores americanos no sabréis que durante los últimos días se ha estado produciendo un gran incendio en la isla de La Palma, una pequeña isla que forma parte de nuestras Islas Canarias. Hoy, por fin, han dicho en la TV que han conseguido sofocarlo.

A la isla de La Palma le dediqué un par de entradas hace poco más de un año. Como los lectores actuales del blog no pasabais entonces por aquí -salvo Myriam, que (pese a su juventud) lleva en el blog desde el principio- no las conocereis, por lo que me ha parecido buena idea recuperarlas.

A la primera, de 12/06/2008, la llamé "Casas en la isla de La Palma"; tiene algunas fotos de las bonitas casas que tienen por allí.

La segunda, de 19/06/2008, se titula "Precipicios en la isla de La Pama"; hablo en ella sobre una excursión que hicimos desde nuestro hotel en la costa, hasta todo lo alto de la isla (el primer tramo en un coche de alquiler, y los metros finales a patita). Gracias a la orografía de la isla puedes sentirte alcanzando el dominio de los ángeles, pues llegas a situarte no sólo por encima del mar, sino del cielo también. Ahí dejé colgadas unas fotos que lo demuestran...

A partir de mañana estaré fuera unos días, ya seguiremos hablando a la vuelta.

PD: habréis visto que he ampliado ligeramente -y no a lo bestia- el tamaño de la letra. Debo agradecérselo a Leve, que me dio la solución.

domingo, 2 de agosto de 2009

Estambul

Con esta entrada inicio una serie dedicada a Estambul, ciudad que visitamos el pasado mes de abril.

Mi idea inicial al comenzar este blog era la de compartir información con los lectores sobre lugares que visitar, libros que leer, música que escuchar, restaurantes a los que acudir, etc… en fin, información de utilidad para aprovechar al máximo los pocos días que vamos a estar en este valle de lágrimas. Y aquí voy a cumplir con ese objetivo inicial, pues pretendo anunciar a los cuatro vientos que Estambul es una ciudad que debe visitar todo aquél que pueda. Para los lectores americanos supone un destino demasiado lejano, pero para los españoles está a tiro de un vuelo directo de tres horas.

La ciudad me causó una impresión inmejorable. Seguramente llevaba la idea preconcebida de que, fuera de sus monumentos históricos de fama mundial, sería pobre, caótica, e insegura. Pues nada de eso, resultó ser una ciudad muy agradable: modesta –sin ser pobre-, pero limpia y bien cuidada –sin ser Suiza-; no es caótica, pero tiene una vitalidad que, vista desde nuestra Europa mortecina, resulta exótica… asiática.

Hay muchos sitios para comer, y no son malos (ya sé que siempre doy la lata con la comida, pero es que me pierde…). Son muy interesantes los restaurantes puramente turcos, pero tienen el inconveniente de que no sirven alcohol; y claro, comer con agua o Coca-Cola, se hace raro… ¡que ya no tenemos 10 años! Eso sí, hecha la ley (incluso la islámica), hecha la trampa: se permite beber alcohol en bares y cafeterías, de modo que en algunas de éstas, pensadas para los turistas, se sirve comida como en un restaurante cualquiera. Además tienen una cerveza que no es mala, esa “Efes Pilsen” que da nombre al equipo de baloncesto.

Como siempre, sabiendo algo de inglés se vive mejor por ahí fuera. Pero el idioma no constituye un obstáculo insalvable, pues dada la cantidad de españoles que visitan Estambul, en los comercios chapurrean algo de español.

Gran parte del interés de Estambul (que antes fue Constantinopla, y antes Bizancio) radica en su historia; y ésta se ha originado allí, y no en otro lugar, por su singular ubicación geográfica. Sobre la historia de Estambul no voy a hablar -que es muy larga y puede encontrarse en internet sin dificultad- pero sí voy a tratar de describir en esta primera entrada su geografía, para que sirva como referencia de futuras entradas.

La característica fundamental de Estambul es que se encuentra a ambos lados del Bósforo, un estrecho que comunica el Mar Negro con el Már de Mármara –y a través de éste con el Mediterráneo- que mide aproximadamente de 30 Km de largo y 2 Km de ancho, y que separa Europa de Asia. Se trata de la única ciudad del mundo –al menos entre las conocidas- cuyo término municipal se extiende por dos continentes. Es como una de tantas ciudades que están divididas por un río, que separa el barrio tal del barrio cual, sólo que en Estambul un lado del “río” es Europa y el otro es Asia.

En realidad, Europa y Asia comparten una larga frontera terrestre, que discurre en su mayor parte dentro de Rusia. Pero como tal frontera terrestre es arbitraria (esto es, humana), y, según leí alguna vez, hasta objeto de controversia en el tramo que discurre por las confusas repúblicas ex – soviéticas del Cáucaso. También separan Europa y Asia el Mar Negro y el Mar Mediterráneo, pero los mares no constituyen verdaderas fronteras. De forma que el único tramo de la inmensa línea que separa Europa y Asia donde encontramos una frontera natural, resulta ser justamente el Bósforo, y Estambul (para ser exactos hay otro tramo semejante un poco más al sur, el estrecho de los Dardanelos.. y allí estuvo asentada otra ciudad bien conocida, hoy en ruinas: Troya).

Pero, frente a la creencia generalizada, no existe un puente en el centro la ciudad por el que pueda cruzarse a pie de un lado a otro del Bósforo, pues, como antes decía, tiene una anchura respetable (alrededor de 2 Km). Son motivos económicos, naturalmente, los que han impedido que se haya construido hasta ahora uno o varios puentes en ese lugar, de modo que existe un intenso tráfico de transbordadores entre ambas orillas (lo que tiene mucho encanto, al menos para el turista). Sí que existe un puente en la zona norte de la ciudad, pero es un puente de autopista que probablemente no tenga acceso peatonal –y si lo tiene, promete no ser un paseo agradable-

Aquí os pongo una vista general del Bósforo y Estambul:


Ver mapa más grande

Y aquí otra más cercana:


Ver mapa más grande

Como podéis ver, el lado izquierdo (Europa) se subdivide en otros dos lados, separados por un brazo de mar llamado “El Cuerno de Oro”. En el lado sur se encuentran los principales monumentos (Santa Sofía, la Mezquita Azul, el Palacio de Topkapi…, que están todos en el promontorio ese más verde que se ve en el extremo de ese lado sur) y los barrios antiguos (Sultanahmet..); en el lado norte, los barrios modernos (de hace dos o tres siglos), como Galatasaray, Beyoglu, Taksim… Separando ambos lados europeos veréis dos puentes pequeñitos: es el que está más cerca del Bósforo es el puente de Gálata (éste es el puente que se cruza andando), que constituye el verdadero centro de comunicaciones de la ciudad. También se puede ver, arriba a la derecha, el puente de autopista que cruza el Bósforo

Bien, ahora que ya conocéis la disposición de la ciudad, os daré un consejo muy útil: hay que buscarse un hotel que se encuentre cerca de la zona antigua y del puente Gálata. Y eso porque así se pueden hacer todas las visitas andando, está a mano el tranvía que lleva a visitas más lejanas (como el Palacio de Dolmabahce), y estáis también cerca de la principal estación de transbordadores.

Nosotros nos quedamos en uno que estaba en esa zona y que resultó ideal por esos motivos. Se llama Hotel Romance (oooooooooooh) y ahí os dejo el link para que podáis ir haciendo la reserva on-line. Lo reservamos a través de una agencia, pero una vez visto el hotel -y que Turquía parece un país serio-, creo que la reserva por internet es una buena opción. Esta es una foto del hotel:


En resumen, pienso que Estambul es un magnífico destino para visitar, y que puede uno viajar por su cuenta con toda tranquilidad. Aquí os dejo la idea, el viaje ya corre de vuestra cuenta..